Opinión

Las cebras de Monterrey son ignoradas.

Sección Editorial

  • Por: Alejandra Sánchez Gálvez
  • 29 Marzo 2023, 20:00

No está leyendo mal querido lector. En Monterrey como en casi todas las ciudades del mundo se tienen cebras. Estamos hablando de las famosas cebras peatonales, esas rayas blancas que se encuentran en las esquinas de las calles y que significan que por ahí los peatones pueden cruzar sin ningún problema. Bueno, eso es en las ciudades donde se respeta ese paso y la cultura vial de sus ciudadanos es buena, consciente y ética.Da pena y tristeza ver que en Monterrey y municipios aledaños estos pasos no son respetados por los automovilistas. No estoy inventando, no soy “grinch”, no soy criticona y no quiero ver el lado negativo a las cosas, pero lo que salta a los ojos es evidente.Lo invito estimado lector regiomontano a que se tome por lo menos diez minutos y vea lo que sucede en alguna esquina importante o concurrida de por donde se encuentre. Se sorprenderá al ver la cantidad de personas que no respetan. Se dará cuenta que la mayoría va con el celular, y otros quieren ganar el lugar para rebasar en cuanto la luz verde se active. Es una realidad que no hay cultura vial y no de ahora, desde siempre. No en balde hay muchos memes y chistes de la forma en la que maneja la gente por estos rumbos. En Ciudad de México hay multas muy fuertes por no respetar esas líneas. La gente no entendía tampoco, hasta que llegaron las costosas multas, e hicieron que los automovilistas se aplicaran.Creo que en Monterrey se tendrá que hacer una gran campaña en medios para concientizar a toda la población, acompañada de mensajes contundentes que refieran a las famosas multas monetarias. Dejar a un lado la sanción con trabajo comunitario, eso es solo una palmada y no sirve. En las ciudades más importantes del mundo no existe el apapacho.Pero de ¿dónde vienen esas famosas cebras? El origen real de los pasos de peatones es del año 1949 en el Reino Unido. George Charlesworth, director del laboratorio de investigación de la carretera, estaba preocupado por el incesante aumento de atropellos que se sucedían. Cada vez había más automóviles en las calles y el peligro iba en aumento.Ideó pintar unas señales por los que el peatón podría cruzar de forma segura. Se instalaron de manera experimental 1,000 pasos (primero de color azul o amarillo) por todo el país para comprobar su eficacia. El éxito fue inmediato y descendió de forma importante el número de atropellos. Tal fue la efectividad que enseguida se aprobó una ley en el Reino Unido que propugnaba la instalación de paso de peatones. El primero que se pintó fue en Slough, el 31 de octubre de 1951.Rápidamente los pasos de peatones se extendieron en todo el mundo. Las rayas blancas paralelas, combinado con el asfalto de las carreteras, recordaron a la piel de las cebras y por eso coloquialmente se conocen a los pasos de peatones como pasos de cebra.

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