Las reformas impulsadas por la presidenta Sheinbaum, ¿hasta dónde impactarán al magisterio?
Entre profes y Política
Dentro de las reformas constitucionales que está impulsando la señora presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, sobresale la de No Reelección y la de No Nepotismo. Por lo tanto, impide, como su nombre lo dice, la no participación de familiares directos en materia eleccionaria pública oficial, así como la no reelección inmediata en diputados locales, federales, alcaldes, etcétera. Es, sin duda alguna, un as que se saca debajo de la manga la primera mandataria nacional. Será de trascendencia nacional.
Ahora bien, dicha ley, que está en manos del Congreso de la Unión tendrá, sin reparos, la bendición de ambas Cámaras, toda vez que el partido oficial al que pertenece la presidenta de México tiene mayoría en ellas. Esto se traduce en que, sin obstáculo alguno, obtendrá su total aprobación.
Y, de rebote, le allanarán el camino a tantos suspirantes de todos los niveles de gobierno que soñaban estar en la boleta del sufragio, pero cuyo nepotismo aparecía como una tapia reforzada obstaculizando sus aspiraciones, dejándolos como el chinito: “milando”. Ahora, se pretende, que todo eso cambiará. A ver si es cierto.
En este sentido, volvemos a lanzar la pregunta: ¿Hasta dónde impactará al magisterio esta iniciativa de ley? Muy bien, vamos que volamos con las hipótesis. Si bien es cierto que la “rumorología” es la madre de todas las suposiciones, se comenta en los pasillos del Comité Ejecutivo Nacional (y en los seccionales de todo México también) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que está por gestarse una reforma estatutaria. En esta reforma se intenta, entre otras cosas, “eternizar” al actual secretario general nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, pero ahora en la figura de presidente nacional; es decir, una nueva posición, pero encima estatutariamente de la figura de secretario general. ¡Tómala!
¿Recuerdan a “la maestra”? (Elba Esther Gordillo Morales). En pocas palabras, va “a brincar pa’ arriba”.
La presidenta de México conoce requetebién la historia del SNTE. Sabe de “su entrega al PRI en el 2012” debido al triunfo de Peña Nieto. Asimismo, sabe incluso cómo fue destituida “la maestra” para que la sucediera Juan Díaz de la Torre, personaje que no tuvo más remedio que “entregarle” el sindicato a Peña Nieto. El sucesor de Díaz de la Torre fue Cepeda Salas; quién jugó políticamente a favor del candidato presidencial del PRI en 2018.
Al ganar AMLO la silla grande, “le entregan otra vez” el SNTE a cambio de no reclamos ni manifestaciones algunas. Es decir, obediencia total y todo el magisterio con Morena. Como diría mi “agûelita”: Jalas o te enclochas. Si esta suposición no fuera cierta, ¿habrá alguien que nos explique cómo obtuvo el compañero Cepeda Salas la senaduría por la vía plurinominal? Es pregunta, conste.
La ley anti-reeleccionista y anti-nepotista de la primera magistrada nacional, ¿entrará en choque frontal con las supuestas intenciones del actual secretario general nacional del SNTE? O, mejor dicho, de ser cierta la presunta intención de Cepeda Salas, ¿se irá a confrontar con la primera MORENISTA nacional? Ya veremos qué sucede, y eso si, en efecto, se llegara a dar la tan cacareada reforma estatutaria del SNTE.
Lo que sí debe suceder es la gran participación del magisterio en la vida interna sindical. Esto es, toda vez que se vive en un marasmo de pasividad (y no se diga en el sector salud magisterial), a menos que convenzan a los mentores con logros y conquistas sindicales de trascendencia, como en los viejos tiempos, porque no me dejarán mentir que ya ni tan siquiera la estructura sindical figura en ninguna propuesta para asignar un contrato.
¿Cuál bilateralidad? ¿O me equivoco? La verdad como es, se tenía que decir y se dijo. Hasta la próxima.