Las Vegas también es arte

Hace un par de semanas me escapé unos días con mi mamá a Las Vegas. Era una salida de esas que se había quedado pendiente desde el 2020 y que finalmente hicimos.Y bueno, encontré una ciudad bastante diferente a la que conocí en 2008. Para empezar la ciudad es 100 por ciento pet friendly, los perritos entran a todos lados; también vi muchos niños, tal vez por la temporada, aunque para mi gusto no es un destino muy infantil. Y no, ni yo ni mi mamá hemos ido a un casino aquí, y allá pues nada más pasamos por todos, pero tampoco jugamos ni un dólar. Siempre he considerado a la Ciudad del Pecado como un destino al que se puede ir, aún y cuando no apuestes absolutamente nada, hay suficientes actividades por hacer que implican no estar frente a una maquinita o mesa de Blackjack. Es como Disney para los grandes. Lo que no esperaba, porque hace 15 años no noté (o tal vez no era así) es la cantidad de arte que hay en la ciudad, para ver y para comprar. De entrada en todos los centros comerciales hay diferentes galerías de venta de arte, en su mayoría es arte contemporáneo, y también piezas muy originales que tal vez no se adapten a la decoración de cualquiera, pero que sin duda hay que ver. Particularmente me llamaron la atención diferentes puntos de venta de arte en cristal y me estresé nada más de pensar en cómo y cuánto cuesta trasladar esas piezas para que lleguen intactas. En los hoteles también hay mucho por apreciar, por un lado las clásicas decoraciones temáticas de algunos de ellos como la antigua Roma del Caesars, las callecitas y tradicionales fachadas de las construcciones de Venecia o París y el estilo más clásico del Bellagio.Pero entre las propiedades más nuevas me llamó la atención el Cosmopolitan, pues en su interior tiene muchísimas obras expuestas, desde cuadros al óleo, esculturas e instalaciones. Todo, al alcance del visitante, sin importar si eres o no huésped. Vale la pena dedicarle un par de horas a caminar por sus pasillos. Ahora, otra forma de arte que vale la pena apreciar son los aparadores de las boutiques de firmas famosas. Tal vez vamos sin presupuesto para comprar en ellas, pero sólo por ver cómo arreglan sus vitrinas, vale caminar y caminar los malls. Particularmente me gustó mucho la colaboración entre una afamada marca francesa y Lego. Me recordó un poco a las obras que hace Ai Weiwei con los famosos bloques. Y bueno, finalmente mi parte favorita de Las Vegas: Los shows. Si les gustan los espectáculos, tienen que ir y darse el gusto de ver algunos. Mis favoritos sin duda son los del Cirque du Soleil. En esta visita y como regalo de Navidad vi Love y O. También intenté conseguir boleto para el concierto de Adele, pero no se logró.