El mercado financiero ha experimentado una montaña rusa de emociones durante las últimas semanas. Tras el llamado "Día de la Liberación", el 2 de abril, cuando Donald Trump anunció nuevos aranceles contra China, presenciamos un verdadero pánico en los mercados.
El Standard & Poor's 500 sufrió un desplome considerable, mientras que el oro aprovechó la incertidumbre para alcanzar máximos históricos de $3,500 dólares por onza. Sin embargo, lo que parecía ser el fin del mundo financiero resultó ser simplemente otro episodio de volatilidad.
La lección más valiosa que debemos extraer de esta situación es la importancia de mantener la constancia en nuestras inversiones. En menos de un mes, el S&P 500 no solo recuperó todas sus pérdidas, sino que logró la racha ganadora más larga en 21 años. Este fenómeno confirma una máxima en el mundo de las inversiones: la constancia paga. Quienes abandonaron el mercado por miedo perdieron la oportunidad de participar en esta histórica recuperación. Como inversionistas, no como especuladores, nuestro enfoque debe centrarse en acumular activos de calidad sin obsesionarnos con el precio de entrada.
Cuando de inversión en valor se trata, hay por lo menos tres instrumentos fundamentales: oro físico, acciones del S&P 500 y Bitcoin. Estos tres activos, cada uno con su perfil de riesgo y función específica, configuran una estrategia robusta para hacer crecer el patrimonio a largo plazo. El oro funciona como un seguro financiero, brindando protección durante tiempos turbulentos; el S&P 500 ofrece exposición a las empresas más grandes del mundo; y Bitcoin representa la innovación financiera del futuro.
La clave está en mantener inversiones constantes en estos activos, sin dejarse llevar por el pánico momentáneo.
En cuanto a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los datos recientes sugieren que Beijing está sintiendo el impacto de los aranceles estadounidenses. Las exportaciones chinas han caído un 10% interanual en lo que va de 2025, el desplome más grande en 15 años. Mientras tanto, el mercado laboral estadounidense muestra señales de fortaleza, con 177,000 nuevas plazas creadas y una tasa de desempleo estable. Este contraste está llevando a China a hacer concesiones no anunciadas, reduciendo aranceles a productos estadounidenses sin hacerlo público para evitar mostrar debilidad.
Para los próximos meses, podemos esperar menor volatilidad en comparación con el caótico abril. El verano tradicionalmente trae cierta calma a los mercados, aunque debemos prepararnos para posibles turbulencias hacia finales del año. Las interrupciones en las cadenas de suministro, causadas por los aranceles podrían manifestarse con escasez de productos y presiones inflacionarias hacia mediados del verano, lo que eventualmente podría afectar la producción y el empleo en Estados Unidos.
El mercado del oro también podría experimentar relativa tranquilidad en el corto plazo, aunque el potencial alcista a largo plazo sigue intacto.
Con el peso mexicano manteniéndose alrededor de $19.50 por dólar, existe una ventana de oportunidad para adquirir oro físico antes de que retome su tendencia alcista. La plata y otros activos secundarios, como Ethereum, también tendrán su momento de brillar, por lo que mantener posiciones en estos activos sería aconsejable.