El recién publicado libro Diario de una transición histórica, de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, representa mucho más que la crónica de su llegada a Palacio Nacional y los meses en los que recibió la administración federal de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Es, más bien, el relato de los valores que le dan forma a la transformación de México, en los que el pueblo es el personaje principal.
Para Nuevo León, un estado que le dio un amplio triunfo en las urnas a la presidenta, con más de 1 millón 100,000 votos, este diario es digno de leerse detenidamente, porque en él podemos encontrar el pensamiento, la visión, los valores y las prioridades para la primera mujer presidenta de México.
Es una obra que retrata el espíritu de una época en la que México vive una transformación profunda, cimentada en valores de bienestar, justicia, paz, honestidad y compromiso con el pueblo, el cual, como bien subraya la mandataria, es el corazón de todo este proceso.
Un pueblo al que la presidenta conoce bien, porque desde su campaña, en la transición y actualmente, es una servidora de territorio que ha dejado el escritorio para llegar a cada rincón del país, incluyendo Nuevo León, al que conoce muy bien y donde se le quiere mucho.
“Es el diario de uno de los momentos más extraordinarios que entrelazan mi vida con la historia de México, al que he decidido entregarme”, escribe la doctora Sheinbaum con emoción y sentido de responsabilidad.
Lo que vuelve especial este texto es su tono incluyente: no es una narración sobre el poder, sino sobre el pueblo. Sheinbaum insiste: “El verdadero protagonista de esta historia es la gente”. Y, al reflexionar sobre su condición de mujer presidenta, lanza una frase que ya forma parte de la memoria pública: “Cuando una mujer llega a la Presidencia, no llega sola; llegan con ella todas las mujeres del país”.
Esa idea tiene un eco particular en Nuevo León, tierra de mujeres valientes y hombres trabajadores que, todos los días, empujan al país hacia adelante.
Como dice la presidenta: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.