Justo arriba de la banca del Turco Mohamed me tocó vivir la experiencia de esta gran final.
Gustazo reencontrarnos con mi David (Medrano) y “Warrior“ (Guerrero) antes del inicio.
El paseíllo desafiante de André Pierre pulsando la presión de la Bombonera. Tremendo duelo psicológico se vendría.
El calentamiento de los porteros. La decisión de Luis García por Hugo González, jugada de maestro sin duda alguna. Tanto cubriendo el arco, como con su salida tirando pelotas adelante de la media cancha para brincar la presión alta de Tigres y deteniendo el penal a Ángel Correa. Ese calentamiento advertía todo este desenfreno.
El abrazo de ocho títulos que el final fueron nueve, la famosa novena la sumaron Enrique Meza (4) y el Turco (5).
Otro gran abrazo de los técnicos finalistas, todo un caballero el Turco salió de su banca para encontrar a Guido en el terreno de juego, se fundieron en un abrazo y desearon suerte.
Helinho y la presión por su banda, el fichaje más caro rindió el día que se ocupó.
Cuando le ponen a Aquino enfrente en la primer acción le ponen quieto, se asustó. Y aquí la inmediata reacción del Turco para relevarlo con Domínguez, lo puso a correr por dentro para evitar a Aquino.
Y cuando las piernas de su figuras ya no daban, físicamente sufrió más Toluca en su cancha y con su altura, con un solo gesto (como pidiendo su inseparable puro) trajo a Alexis Vega al minuto 80.
El cambio fue decisivo y al final como moneda al aire ganó el volado de los dramáticos penales.
Algo que me llamó la atención fue que Gignac fue a despedirse de Paulinho justo cuando se estaban tirando los penales.
Seguro eso tampoco se vio.
Nada que reclamarle a Tigres, más allá del resultado se partieron la madre y más, arbitraje de por medio.
El 1 y el 2 justicia futbolística en una noche inolvidable, que hubiera preferido incomparable.
