Marginación escolar

A los políticos de Nuevo León les gusta presumir en los foros internacionales que la entidad está a unos cuantos pasos de convertirse en una sociedad digital. Incluso, no faltó el gobernador que llamó a Monterrey la “Ciudad del Conocimiento”, cuando hoy en día las escuelas carecen de la infraestructura básica para el desempeño académico, las bibliotecas estatal y municipales están en el completo abandono, por ejemplo, la Biblioteca Central Fray Servando Teresa de Mier lleva con ésta dos administraciones sin aire acondicionado. Hoy que es el último día de clases, es pertinente evaluar el grado de conectividad con que cuentan los planteles escolares de educación básica, veámoslo a continuación.

En el primer informe de la actual administración, se asegura: “el acceso a Internet, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas es considerado un derecho humano…”. Más adelante, se informa de su “gran logro” consistente en: “también se puso en marcha un proyecto para llevar Internet a otras 75 escuelas de educación básica…”. Al contar con 4,865 planteles educativos e instalar solamente 75 redes informáticas ¿cómo se consideraría esta acción? Pues, un fracaso total. Con esta información presumen que no están haciendo nada, ¿cómo es posible?

El 19 de abril, al referirse a las adecuaciones de los planes de estudio para incorporar la sistematización de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), el mandatario estatal expresó: “… estaremos compensando y haciendo nuevos programas de estudio sólo para compensar para todas estas empresas que vienen con Tesla”, pero del dicho al hecho existe un abismo. Para empezar, el diseño y la planeación de nuevos planes de estudio no es de su competencia, son atribuciones de la Secretaría de Educación Pública y las autoridades universitarias.

Para comprender la gran brecha digital que existe en los planteles escolares de la entidad cotejemos las cifras que aparecen en los indicadores de infraestructura básica de las escuelas primarias y secundarias brindadas por el gobierno federal para el ciclo escolar 2021-2022. Estos son algunos números por municipio: en Abasolo, San Nicolás, Santa Catarina, Cadereyta Jiménez, Apodaca, García, San Pedro Garza García, Guadalupe, Juárez y Monterrey, la falta de computadoras en los planteles es de un 100%, 32.9%, 45.8%, 80%, 50.3%, 67.1%, 16.7%, 53.2%, 71.6% y 49.1%, respectivamente. La carencia de Internet en las escuelas es de un 100%, 49%, 59%, 83%, 53.4%, 71.7%, 25%, 58.1%, 76.8% y 52.7%, respectivamente.

Cuando fui alcalde de Monterrey –2006-2009–, a pesar de ser una responsabilidad estatal, contraté por cinco años el servicio de Internet en casi el 80% de las escuelas públicas, acción que en su momento no se hizo pública porque el secretario de Educación de la entidad lo prohibió para evitar la politización de dicha obra.

Hay que decirlo claramente: la irresponsabilidad con la que han actuado las autoridades estatales para implementar la conectividad a todas las escuelas públicas ha provocado un déficit histórico en cuanto su acceso a las TIC. Han cavado un hoyo negro de grandes dimensiones que provoca la desigualdad entre los niños y adolescentes de Nuevo León: los que tienen acceso a dispositivos y conexión a Internet y los que están marginados de las redes informáticas.

Un gobierno humanista desde el primer día hubiera interconectado al ciberespacio a todas las escuelas públicas, para abatir el rezago educativo que provoca la ausencia de las TIC, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram considera suficiente insertar en la Constitución local como un derecho humano el acceso a Internet para presumir ante su audiencia, aunque en la realidad dicho derecho sea letra muerta.

En conclusión, Nuevo León requiere de un gobierno responsable enfocado en lo único que importa: la educación de nuestros hijos.