Después de 20 años de matrimonio y de criar juntos a nuestras hijas, hemos aprendido que la maternidad no debe ser una carga exclusiva de las mujeres. En este Día de las Madres, queremos honrar a las mamás desde un lugar distinto: el de la maternidad compartida, donde el juego es más justo y los beneficios se multiplican para todos.
Hoy, los papás están más presentes que nunca. Según el Pew Research Center (2023), los padres pasan tres veces más tiempo con sus hijos que en los años 60. Este cambio no solo beneficia a los niños, también permite a las mamás encontrar mayor equilibrio y desarrollo personal. Como dice Eve Rodsky en su libro Fair Play: “No se trata de ayudar, se trata de corresponsabilidad”. En nuestra experiencia, compartir la crianza ha fortalecido nuestro vínculo y nos ha permitido crecer como individuos y como pareja.
La misma autora habla de un concepto al que llama “La carga invisible” o “Carga mental” en el contexto de la maternidad y la vida familiar. Este ha sido desarrollado y visibilizado por varias autoras. Para Rodsky, se trata de cómo muchas mujeres llevan no solo la ejecución de las tareas domésticas, sino también la gestión, organización y planificación mental de la vida familiar, lo que constituye una carga que rara vez es vista o valorada.
¿Cómo se ve esto en la vida real? Un equilibrio implica repartir la carga mental, validar los esfuerzos cotidianos y organizarnos conscientemente. Desde quién recuerda la tarea escolar hasta quién hace la cena, todo cuenta. Basta con elegir, cada día, estar presentes. Y si nos sentimos sobrepasadas, siempre podemos pedir ayuda.
Y no olvidemos a la tribu: abuelos, tías, vecinos, amigas… todos suman. Pedir ayuda sin culpa es un acto de valentía. Un tip práctico: ten identificados tus “5 personas para emergencias”, esas con las que puedes contar cuando todo se complica.
Por último, soltemos la culpa. Pregúntate: “¿Esto que me causa culpa lo hice con el propósito de molestar?” La respuesta casi siempre es no. Ser mamá no es sinónimo de perfección, sino de sentirte suficiente. Como pareja, podemos acompañar, validar y recordarle a la mamá que no está sola.
A todas las mamás que hoy dan lo mejor de sí: las honramos y admiramos. Están haciendo un trabajo valiente. Cuando la maternidad se vive en equipo, el juego puede ser justo… y también más disfrutable.
Si quieres escuchar más sobre este tema, te invito a ver nuestro episodio de esta semana del Podcast de Familia Viva, lo puedes ver en YouTube o en Spotify. Esta semana lleva el mismo título que esta columna: Maternidad ¿Un juego justo?
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Dra. Marysol Flores Martínez
TedX Speaker . Autora . Consultora . Familióloga
Dra en Liderazgo y Desarrollo Humano
Maestría en Psicología Neuroeducativa
Maestra de cátedra del Tec de Monterrey
Fundadora de @familiaviva.mx
