Medicinas caducadas

Como los políticos no tienen empatía por las necesidades de la gente, permiten que profesionales sin escrúpulos estén al frente de las instituciones encargadas de salvaguardar la vida de las personas. A pesar de que el Covid-19 es la pandemia que más daño ha causado a la humanidad en fechas recientes, estableciéndose nuevas medidas de seguridad y control de los procesos de la asistencia médica y sanitaria, la Secretaría de Salud de Nuevo León descuida los protocolos y provee medicamento caduco a pacientes que lo requieren, veámoslo a continuación. El Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda”, a cargo de la Dra. Juana María Cerda Partiada, por instrucciones de la Secretaría de Salud es la responsable de suministrar este tipo de fármaco a las instituciones privadas que lo soliciten. La semana pasada, mi padre, una persona mayor con problemas de presión y sobrepeso, dio positivo en la prueba del Covid-19. Fue atendido en el Hospital San José, en donde le recetaron Paxlovid (150mg+100mg), medicamento que sólo lo dispone las instituciones públicas y el cual se entrega entre nosocomios, por lo que se adquirió en el Metropolitano. En el área de Urgencias, el Dr. Américo Gallegos, quien es el responsable de manejar estos medicamentos, extendió una receta para surtirla en la farmacia de dicho lugar; al momento de recibir el químico, éste estaba caducado con fecha de enero de este año. Cuando se le expuso la queja a la persona que atendió, dijo sin cohibirse que en efecto, “el medicamento estaba vencido pero que la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) autorizaba la entrega a pesar de tener fecha vencida”. ¿Cómo es posible? ¿En manos de quién está la salud de los nuevoleoneses?Los médicos y el personal de salud son quienes deben saber que el consumo de medicamentos caducos puede provocar desde intoxicaciones leves y falta de eficacia en los tratamientos, hasta complicaciones graves. Cuando los fármacos caducan no se puede asegurar que vayan a actuar del mismo modo que cuando estaban en fecha apta para el consumo, ni se puede garantizar que su eficacia sea la adecuada. Además, si se sobrepasa la fecha de caducidad, podrían crecer impurezas en el medicamento que pueden poner en riesgo la salud del paciente.Mi caso puede ser el de cientos de personas que, ante la urgencia y la desesperación de no encontrar un medicamento, corren el riesgo de ser engañadas por las instituciones de salud. Afortunadamente nos dimos cuenta y levantamos la voz, lamentablemente la mayoría de los pacientes que pasan por esta situación no son escuchados ni tomados en cuenta, sobre todo la gente que vive en condiciones de vulnerabilidad. Hay que decirlo con toda claridad: las autoridades sanitarias de Nuevo León no están cumpliendo con su deber de controlar y supervisar los inventarios y contenedores de medicamentos de las clínicas y hospitales de la entidad. Estas instituciones tienen libertad absoluta para manejar sus fármacos sin que nadie les evite cometer estafas u obligue a desechar los químicos caducos. Esta irresponsable inacción es una amenaza para los pacientes. Un gobierno humanista concentraría la atención en la salud de las personas, garantizando el abasto y calidad de los medicamentos, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram solamente le interesa subir historias pomposas donde aparece rodeado de personas sanas, contentas y famosas. En conclusión, Nuevo León exige que el gobierno actúe con responsabilidad para garantizar la salud y el bienestar de lo único que importa: la gente.