Morones Prieto: ilustre gestor

Los actuales políticos se jactan de ser diferentes a los de las administraciones anteriores, tildados éstos como la “vieja política” donde la corrupción y el abuso del poder eran sus principales signos. Como esta nueva generación carece de conocimientos históricos es incapaz de reconocer los méritos y las capacidades de gobernadores, alcaldes y legisladores cuyo desempeño sentó las bases del desarrollo social y económico de Nuevo León. Por consiguiente, no retoman las enseñanzas del pasado, únicamente se dedican a denostarlo, de otra manera asimilarían la experiencia gubernativa de algunos políticos de antaño que tuvieron la visión y la habilidad política para impulsar grandes obras públicas a través de la gestión, como fue el caso del gobernador linarense Dr. Ignacio Morones Prieto (1949-1952), veámoslo a continuación.

Los servidores públicos electos para un cargo administrativo tienen la obligación de trabajar por la gente, velando siempre por su bienestar; una constante de todos los gobiernos en todas las épocas es la falta de recursos, en consecuencia, deben de convertirse en importantes gestores para subsanar la estrechez económica de su administración. Esta fue una de las características de la administración del Dr. Morones Prieto, quien a pesar del poco tiempo que estuvo en la entidad desplegó su capacidad de gestoría, por esta razón realizó constantes viajes a la capital del país, veamos algunos de sus logros:

1. Para la Universidad de Nuevo León consiguió un aumento de un 200% de la partida otorgada por el gobierno federal, así lo expresó: “Gracias a las gestiones del Ejecutivo a mi cargo, se logró que el subsidio concedido por la Federación a la universidad, que era de $150,000, en este año se aumentará por acuerdo del C. Presidente de la República a $440,000”.

2. La canalización del río Santa Catarina no hubiera sido posible sin el apoyo decidido de la Federación, así lo destacó en su informe de gobierno: “El señor presidente de la República, Lic. Miguel Alemán, dio todo su apoyo al proyecto de canalización; hizo una aportación de $5,000,000 por conducto del Banco Hipotecario Urbano y de Obras Públicas e instruyó sobre el particular a la Secretaría de Recursos Hidráulicos para que iniciaran los trabajos de demarcación del cauce del río a su paso por la ciudad de Monterrey…”.

3. Consiguió que le cedieran a la ciudad las 85 hectáreas ganadas al referido río, así lo informó “… al autorizar las obras del encauzamiento del río, estableció –el Presidente de la República– que los terrenos ganados se cedan a la ciudad de Monterrey para destinarlos a fines de urbanización y que pueda compensar de esta manera lo de la construcción del canal y lo que se gaste en la urbanización y transformación de Monterrey”.

4. Lo erogado por el municipio de Monterrey para la canalización se enfocó para que fuera condonado: “Se han hecho gestiones ante el señor Presidente de la República para que en uso de las facultades que le otorga la ley que expidió el Congreso de la Unión sobre cancelación de adeudos municipales, se sirva considerar y ordenar se cancele el adeudo del Municipio de Monterrey procedente de los créditos que obtuvo para llevar a cabo los trabajos de rectificación y canalización del río Santa Catarina que importaron $28,000,000 sin tomar en cuenta los intereses causados y los cuales créditos se concedieron a través del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas SA, y esperamos fundamente que sea favorable la resolución que dicte el señor Presidente…”.

Hay que decirlo claramente: los actuales políticos siguen siendo igual de autoritarios y desaseados que sus antecesores, con la diferencia de que los de la “nueva política” adolecen de capacidad y voluntad política para resolver la problemática actual. Son apáticos ante la realidad social y evaden su responsabilidad con engaños e historias inventadas que difunden en las redes sociales. Están más preocupados en consolidarse como influencers que como servidores públicos eficaces.

¡Pobre nuevo Nuevo León!

Un gobierno humanista emularía al gobierno del Dr. Morones Prieto por su capacidad de conseguir beneficios para el estado negando la creación o el aumento de impuestos, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram no le importa aumentar los costos de los servicios públicos ni la creación de nuevas contribuciones porque vive en un mundo fantástico.

En conclusión, Nuevo León demanda un gobierno que tenga capacidad de gestión enfocado en el bienestar de lo único importante: la gente.