El 1 de junio, Veracruz y Durango vivieron elecciones históricas. A pesar de encuestas falsas y prontas declaraciones de Morena y el PRIAN, los ciudadanos salieron a las urnas para hacerse escuchar con su voto.
El llamado fue claro y contundente: las personas confían en Movimiento Ciudadano porque representa la mejor opción, un cambio verdadero. A los datos me remito: 700 mil votos entre ambos estados y más de 40 municipios ganados.
Mientras el PRIAN y los poderes fácticos tratan de engañar a la gente con que ellos son el “voto útil” y que este movimiento no es más que un esquirol, Movimiento Ciudadano ha crecido casi un 20% en Veracruz y les ganó uno a uno en Durango. Mientras Morena trata de hacernos ver como un movimiento sin fuerza, Movimiento Ciudadano les ganó alcaldías y, en algunos casos, hasta los mandó al tercer lugar.
Hoy, Movimiento Ciudadano se ha consolidado como la segunda fuerza política de México. Año tras año, demostramos que los buenos gobiernos hablan más fuerte que las trampas, las despensas y las mentiras. Veracruz y Durango han hablado, y el cambio está un paso más cerca. Nada de esto es casualidad; se trata de una estrategia basada en logros y en apostar por hacer política de manera diferente. Pilares construidos por don Dante Delgado y que ahora Jorge Máynez ha sabido potenciar como dirigente nacional.
¿Puede Movimiento Ciudadano aspirar a seguir creciendo rumbo a 2027 y 2030? A este ritmo, sin duda. Pero los grandes cambios comienzan desde lo local, donde la gente nos ha dado su confianza para hacer las cosas bien; donde el esfuerzo de cada regidor, diputado, senador, alcalde y gobernador se refleje en la calidad de vida de las personas.
Si así de grande es el reto, igual de grande debe ser nuestro compromiso con todos aquellos que confiaron en nosotros. Porque es gracias a cada uno de ellos que hoy estamos aquí, y no los podemos decepcionar. Aprovechemos cada día para cumplir lo que prometimos como servidores públicos: hacer que a México le vaya bien.
