En el caso de la empresa fantasma Murata habría que seguir la ruta del dinero.
El consultor en derecho anticorrupción Miguel Meza presentó ayer ante la FGR una denuncia contra esta empresa, y funcionarios públicos que la contrataron, entre ellos la administración municipal de Adrián de la Garza cuando fue alcalde de Monterrey.
Habría que investigar a los gobiernos que recibieron contraprestaciones de esta empresa, no sólo en Nuevo León sino en Edomex, además del propio gobierno federal durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con las pruebas que presenta Miguel Meza, Murata acumula desvíos por “$116 millones de pesos”.
Comenta Meza que, al menos en sus páginas de Internet, Murata ofrecía sus servicios como empresa de inteligencia militar, aunque fue contratada por estos gobiernos priistas para vender kits de salud y dar capacitación en materia de equidad de género.
Sin embargo, dice Meza, “lo que realmente se supone que hacía la empresa era espionaje, capacitaciones para actividades militares en tierra y navales”.
¿Por qué está catalogada dicha empresa como fantasma? Porque así denomina el Sistema de Administración Tributaria a las emisoras de facturas falsas.
El SAT mete en un listado público “definitivo” a las empresas que define como ilegales. Ese fue el caso de Murata.
De acuerdo con el SAT, una empresa es catalogada como fantasma cuando está legalmente constituida, pero no cuenta con la infraestructura para producir los bienes o servicios y emite sus comprobantes con el objetivo de evadir o eludir la ley.
El problema es que Murata fue declarada fantasma cuando ya había recibido $116 millones de pesos por parte de las administraciones del PRI.
Ayer mismo, a solicitud expresa, Movimiento Ciudadano de Nuevo León me envió un comunicado donde señala que pedirá a la FGR que investigue “la defraudación fiscal, porque no hay operaciones detrás de estos contratos y a pesar de ello se emiten facturas que luego las utilizan para no pagar impuestos al gobierno federal”.
“¿Cómo obtuviste esta información con lo que sustentas las denuncias?”, le pregunto a Meza y responde que la declaratoria de Murata como empresa fantasma la publica el SAT en el Diario Oficial de la Federación y los contratos aparecen en las páginas de los gobiernos que le dieron a Murata esos recursos públicos”.
La ruta del dinero fluye más rápido que el agua. Habrá que darle seguimiento al asunto.