Opinión

Nadal y el ocaso de nuestros ídolos

Sección Editorial

  • Por: Alfredo Ramírez
  • 21 Mayo 2023, 20:00

Para quienes nos gusta el tenis, ser testigos del ocaso de nuestros ídolos es asumir que nada es para siempre y empezamos desde ya a extrañar su presencia.Nos pasó hace meses con Roger Federer y esta semana lo estamos experimentando con Rafael Nadal, los dos tenistas que dominaron el circuito varonil durante las dos últimas décadas, y a los que se les agregó en los años recientes Novak Djokovic.El español anunció hace unos días que por primera vez en su carrera no jugará Roland Garros, aquejado de sus añejas lesiones que lo han mantenido alejado de los torneos gran parte de esta temporada.Pero además anunció que el 2024 posiblemente sea el último año de su carrera porque no quiere ser una comparsa en los torneos; si continúa, quiere seguir siendo el protagonista que ha sido siempre.Este anuncio del español supone la continuación del final de una época en la que el “Big Three” fue el dominante, pues uno de sus elementos ya dijo adiós desde hace tiempo.Entre Wimbledon del 2003 y Australia del 2023, Federer, Nadal y Djokovic se repartieron 64 de 75 Grand Slams, y desde que el suizo conquistó su primer abierto británico, ellos tres se repartieron 28 de los 29 grandes torneos jugados, sólo interrumpidos por Juan Martín del Potro y su US Open del 2009.Y más aún, para darle una dimensión histórica a esta apropiación del trono del tenis basta con recordar que, para alcanzar la cifra que ellos tres sumaron de grandes títulos, hay que juntar en la misma bolsa los logrados por Pete Sampras, Roy Emerson, Rod Laver, Bjorn Borg, Bill Tilden, Ken Rosewall, Ivan Lendl y Jimmy Connors.Cualquiera que sea fanático de este deporte comprenderá qué significan en la historia todos estos nombres.Y así como Federer se dio cuenta al perder en Cuartos de Final de Wimbledon 2021 que su físico ya no le alcanzaba para ser protagonista, a Nadal le pasó lo mismo a principios de año en el Abierto de Australia, y como todo un “animal competitivo” (el término no es mío, lo han estado usando esta semana los que le saben al tenis) decidió que si no estaría en la pelea era mejor dar un paso al costado.Hablando del que ya se fue y el que está a punto de hacerlo, podemos decir que nada distinguió más al circuito que el duelo de estilos que siempre protagonizaron.De un lado el artesano, el que todo lo hacía con estética, el que jamás transpiraba, y del otro lado la furia, el que no podía jugar sin dolores en el cuerpo, el que parecía encarar cada partido como si el de enfrente quisiera robarle el triunfo que consideraba propio.Nadal no sólo ganó más que Federer en este duelo, sino que se quedó con el que muchos llaman el mejor partido de tenis de la historia, en Wimbledon 2008, cuando le ganó al suizo 9-7 en el quinto set y que nos mantuvo cautivos desde el desayuno hasta mucho después de la hora de la comida.Y de pronto nos damos cuenta que ya los empezamos a extrañar, que disfrutábamos y no lo sabíamos de su superioridad casi tediosa y que cuando nos faltan sabemos de lo que nos estamos perdiendo.Redes sociales…Mail: centraltenis.mx@gmail.comFacebook: CentralTenisMXInstagram: @centraltenis.mx

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