“Pero ¿y el amor? ¿Dónde estaba el amor? «Ya vendrá, ya vendrá...»”.
Hace menos de dos meses, el 28 de mayo, el mundo cultural se sacudió con la noticia de la muerte del novelista, poeta, guionista y dramaturgo español Antonio Gala, que a sus 92 años dejó como legado una de las más significativas trayectorias literarias en la lengua española.
Gala recibió múltiples galardones a lo largo de su carrera como escritor. Desde sus cinco años su inquietud por la escritura lo llevó a realizar sus primeros relatos.
Fue autor de grandes bestsellers del siglo XX, como El manuscrito carmesí (Premio Planeta, 1990) y la novela La pasión turca que en 1993 desató mucha controversia por su manera de abordar el erotismo femenino y los convencionalismos de la época.
El personaje de Desideria Oliván (Desi) se convierte en el espejo de la mujer que cae al precipicio del tedio matrimonial en una cadena de sucesos que poco a poco la orillan a tomar decisiones neblinosas.
Un viaje grupal a Estambul lo cambia todo. Gala abre el portal del deseo a Desi, el personaje crece en la intensidad de su hallazgo emocional al mismo tiempo que se va haciendo pequeña en las posibilidades para escapar de un futuro desventajoso.
El repentino cambio de vida sucede bajo los efectos del golpe que da la muerte de un ser amado. Desi entonces acude al llamado de su corazón, ese que a las mujeres siempre las mueve para luchar contra viento y marea, ese llamado que nos resulta una condena en un mundo patriarcal.
El autor nos presenta una estructura al estilo diario, pues está compuesto por cuatro cuadernos “de puño y letra” por Desi, y el relato de su amigo Pablo, quien la conoció bien y pudo ser testigo de una parte relevante de su vida.
El libro La pasión turca mantiene entre sus páginas un alto grado de escenas eróticas, de encuentros en los cuales constantemente estará presente el cuerpo y el deseo para determinar el devenir de los protagonistas.
En ese contexto, el amor se fusiona en un paisaje turco-español. El amor borderline, el amor lleno de fronteras emocionales, un amor condensado a los extremos.
Quizás usted recuerde la adaptación de la película bajo el mismo nombre, protagonizada por Ana Belén. Sin embargo, se dice que el autor jamás autorizó ni estuvo de acuerdo con el producto de esa película.
Y aunque los críticos de cine la acogieron bien; la mayoría de los lectores y críticos literarios, no, puesto que no se acerca ni tantito a la maravillosa experiencia de leer la obra sin cambios drásticos ni mutilaciones. Este es un libro ideal para adentrarse a la obra literaria de Antonio Gala.
