Opinión

Nos encanta untar

Sección Editorial

  • Por: Roberto Navarro
  • 28 Febrero 2024, 21:32

Algo crujiente, algo cremoso y mucho disfrute.
 
Justo hace poco acabo de ver que una marca de mazapanes, lanzó una versión untable de su dulce. Acá entre nos, el producto es una genialidad de marketing ya que cacahuates endulzados y untables tenemos muchísimos años consumiendo con el nombre de: Crema de cacahuate.

Pero hay que reconocer el intento de la marca por mantenerse vigente en un mundo en el que podría parecer que los dulces tradicionales parecen tener menos popularidad (aunque quizás sea sólo un tema de por acá).

Me quedé pensando en el tema de otros productos que han sacado alguna versión de su producto en forma untable y recientemente se pusieron de moda una pasta de galletas, que ya veíamos hasta en la sopa, y un poco antes, la leche condensada. Esta última todavía no me ha tocado probarla, así que si alguien me pasa luego su reseña, se lo agradeceré.

En realidad, no podemos decir que es un tema de novedad, aunque sí ha habido modas, como el de la pasta de avellana. Todos conocemos la emblemática marca que es tan popular que así le llamamos al producto, aunque existan múltiples versiones, incluyendo algunas de reciente creación que buscan ofrecer alternativas saludables de la deliciosa pasta.

Hablando de saludables, no me había puesto a pensar que también desde hace unos años, encontramos en el mercado también untables a base de almendra y de semillas de girasol.

Como buen gordo, al pensar en untables mi cerebro se fue de inmediato a los dulces. Pero también existe una gran variedad de éstos salados e igualmente deliciosos.

Nos encanta “chopear” las papitas en cremosos dips; consideramos apropiado llegar a las reuniones con quesos crema preparados de diversas maneras que procedemos a extender sobre galletas.

Si nos ponemos internacionales, nos encontramos con preparaciones a base de berenjena asada, otros quesos, yogurt o jocoque y uno de mis favoritos, el hummus. Me da miedo prepararlo porque siento que luego me quiero comer todo el lote en una sentada.

Obviamente, nuestro país no iba a ser la excepción. Es típico en muchos restaurantes obsequiar unos frijolitos que consumimos ávidamente con totopos; si son con veneno, mucho mejor.

En todo el mundo, los aguacates nos han representado dignamente en forma de guacamoles, que por su versatilidad y facilidad de preparar, pueden dar gusto prácticamente a cualquiera.

Estoy seguro que por el espacio con el que cuento, estoy dejando muchas delicias fuera, y debo admitir que también hay varios que me falta por conocer. Hace unos añitos, llegando a un restaurante en Mérida, en vez de frijolitos, nos recibieron con una especie de pastita untable elaborada a base de tomates asados y pepitas: el sikil pak. Si no han tenido oportunidad de probarlo, ¡búsquenlo! Debería ser más popular de lo bueno que es.

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