A veces siento que el calendario se hizo bolas y nos regresó a los años 2000.
Esa época dorada —o infernal, según a quién le preguntes— en la que Patriots y Colts se repartían la NFL como si fuera un billete de lotería premiado.
Pues resulta que 2025 decidió revivir la fiesta, y vaya que están dando de qué hablar.
Pero aquí entre nos… ¿de verdad les va a alcanzar para algo grande?
¿O estamos frente a otro espejismo que se va a evaporar en enero?
LOS PATRIOTS: SORPRESA, MÚSCULO Y UN DÉJÀ VU INCÓMODO
Anoche, Nueva Inglaterra se puso 9-2, el mejor récord de toda la liga, y amarró su octava victoria consecutiva.
Ya sé, ya sé: suena a guión viejo. Pero esta vez la historia trae a otro protagonista.
Cuando los Pats juegan bien, aplastan. Y cuando toca sufrir, como el domingo ante los Bucs, sobreviven. Y eso, para mí, es la señal de un equipo serio: saben ganar bonito y también horrendo.
El responsable de este renacimiento es Drake Maye, quien está jugando como si la NFL fuera su patio trasero.
El tipo tiene brazo para quemarte en profundo, piernas para arruinarte un plan defensivo y temple para resolver en la Red Zone.
No es Brady —ni lo será—, pero caray… por fin los Pats tienen un quarterback que inspira respeto y no nostalgia.
Y ayer, ante unos Jets que ya perdieron el miedo… porque parece que a ellos todos les ganan, los Pats dieron otro golpe sobre la mesa. ¿Líderes de la Americana? Sí. Aunque nadie lo tenía en el script.
LOS COLTS: EL DESPERTAR QUE NADIE VIO VENIR
Y luego están los Colts.
Cuando pienso en ellos, confieso que mi mente viaja directo a Peyton Manning, porque durante años fueron una fotocopia borrosa de lo que alguna vez fueron.
Pero este año… despertaron. Y despertaron con ruido.
Su arranque inmaculado se manchó con la derrota frente a los Steelers.
Ese día regalaron seis balones y Daniel Jones jugó como si hubiera olvidado el playbook en el hotel.
Pero todos los equipos tienen derecho a un mal día en temporada regular. En Playoffs… bueno, ahí no hay indulgencias.
Lo cierto es que tras ese tropiezo, los Colts se recompusieron, sumaron su octava victoria y ya tienen un pie —y medio cuerpo— en la postemporada.
Ahora la pregunta es la única que importa:
¿Les va a alcanzar para sobrevivir a los golpes de enero? Porque ahí es donde se separan los equipos buenos… de los equipos de verdad.
Patriots y Colts están jugando a resucitar viejas eras. Pero la NFL del 2025 no perdona nostalgias ni fantasías.
Y cuando llegue enero, sólo uno de ellos va a demostrar si esto es un renacimiento… o simplemente un flashback maquillado que no aguanta el primer golpe del invierno.
