Opinión

Politiquería

Sección Editorial

  • Por: Adalberto Madero
  • 28 Febrero 2023, 20:00

Los políticos una vez que llegan al poder se olvidan de los compromisos contraídos y de cumplir con las funciones que les impone la ley, su principal objetivo es defender sus intereses e imponer su estilo personal de gobernar sin importar el daño que causan a la gobernabilidad de la entidad, como sucede con el actual conflicto de poderes entre el gobernador y los diputados locales del PRI y el PAN, veámoslo a continuación.Nuevo León lleva año y medio con un gobierno fallido, debido a que el Poder Ejecutivo cada vez está más distanciado del Legislativo, nunca se ponen de acuerdo, no tienen una agenda consensuada donde se privilegien las crecientes demandas ciudadanas en materia de seguridad, educación, salud, entre otras. Los nuevoleoneses nos hemos convertido en rehenes de esta prolongada ingobernabilidad, que sólo deja en claro la irresponsabilidad y falta de voluntad de quienes nos gobiernan.Tanto el gobierno del estado como el Congreso, en lugar de trabajar en conjunto, respetando sus atribuciones constitucionales y sus diferencias políticas, ponderando el bien de la comunidad, han mantenido una pugna constante con la que pretenden anularse. Han sido muy ingeniosos para improvisar formas de obstrucción, que van desde vetar decretos con más de 40 días de haberlos recibido, inventar contagios de influenza cerrando el Palacio de Gobierno para no recibir documentos, adelantar vacaciones a los empleados del Periódico Oficial con la excusa de un supuesto incremento de Covid-19 hasta la judicialización de la política, únicamente para ganar tiempo, entorpeciendo así el proceso legislativo; por otro lado, los diputados han utilizado la astucia de 20 años cogobernando PRI y PAN para utilizar como arma política la Fiscalía General del Estado, ampararse en el artículo 212 de la Constitución local reformada, para sacarle la vuelta al Periódico Oficial pero, sobre todo, elaborar un paquete de modificaciones legales. Los diputados referidos, para evitar que se repita lo sucedido en estos últimos meses, donde fueron frenados por el gobernador, han decidido modificar la Constitución para limitar sistemáticamente las atribuciones del titular del Poder Ejecutivo, las que van desde pasarle al Poder Judicial la Defensoría de Oficio, hasta la destitución de todo su gabinete por medio del voto de los legisladores; además, amenazan con más reformas de este tipo. De seguir con esta estrategia fallida, se puede provocar la intervención del Senado de la República para desaparecer los poderes como sucedió en 1920, o que prospere el juicio político en proceso para destituir al gobernador. En cualquier circunstancia, serán los nuevoleoneses los únicos perjudicados. Un gobierno humanista mantendría un diálogo respetuoso con los demás poderes, poniendo por encima el interés general, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram no sabe que por cada acción cometida contra los legisladores se le revierte con la misma proporción.Hay que decirlo con todas sus letras: estamos viviendo una situación de ingobernabilidad sin precedentes. Nunca como ahora se repiten las prácticas de la vieja política como el autoritarismo, el chantaje y la violación de los derechos constitucionales. La ambición y la soberbia son las actitudes que moldean las acciones de los políticos nuevoleoneses, ellos pretenden prolongar su conflicto.La solución a este conflicto es muy sencilla, mañana lo comentaré.En conclusión, Nuevo León requiere una clase política comprometida con los intereses de lo único importante: la gente.

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