Primavera, la vida se renueva

Las flores y las inquietas abejas nos anuncian el comienzo de esta temporada.

Me gusta cantarle al viento, porque vuelan mis cantares, y digo lo que yo siento, por toditos los lugares…

Y así, al compás de esta bellísima canción del gran compositor michoacano Chucho Monge, nos preparamos para recibir la primavera. Se va sintiendo el aire tibio, los colores comienzan a pintar los jardines. La naturaleza se renueva. Pronto veremos a los pequeñitos desfilar felices disfrazados de florecitas, conejos y abejitas.

La gran variedad de frutas y verduras que nos ofrece esta temporada nos da pie a preparar deliciosas y coloridas ensaladas y platillos, que nos brindan vitaminas y nutrientes. Rojo, amarillo, naranja, verde, rojo y blanco, decoran nuestras mesas. 

Podemos jugar a nuestro antojo con la decoración de los platos y con la imaginación de grandes y chicos.

En esta ocasión, te comparto esta deliciosa y fácil receta, que podrás acompañar con una rica agua de limón con hojitas de menta.

Carpaccio de betabel y champiñones

Ingredientes 

250 gr. de champiñón portobellini, (o el champiñón de su preferencia)
2 c. de cebollín o rabo de cebolla cambray finamente picado 
2 betabeles (medianos, ya cocidos) 
1 C. de albahaca finamente picada 
1 naranja (en gajos sin piel) 
Jugo de 1 limón
2 c. de vinagre balsámico 
3 c. aceite de oliva 
Pizca de sal de grano 

Nuez tostada y troceadita

Preparación 

Lava los champiñones en un recipiente con 1 L. de agua con ¼ taza de vinagre blanco. Sumerge uno a uno, frotando suavemente con la yema de los dedos para quitar residuos de tierra. Reserva aparte. Ojo: No dejar reposando en el agua.

Corta los betabeles y champiñones en rodajas delgadas. Pela la naranja para obtener los gajos sin piel.

Acomoda en un recipiente los ingredientes en camas en el siguiente orden: Betabel, champiñones, gajos de naranja y esparce encima la albahaca y el cebollín. Sazona con una pizca de sal entre cada cama.

Una vez acomodados todos los ingredientes, baña con el vinagre balsámico, el aceite de oliva, la nuez, y disfruta con tus amigos. 

Los dejo con otra estrofa de esta hermosa canción que hace cantar mi corazón.

Aquí vine porque vine
a la feria de las flores
No hay cerro que se me empine
ni cuaco que se me atore