¿Qué nos falta para tener un transporte público de clase mundial en la ZMM?
Techo de Cristal
Monterrey y su Zona Metropolitana (ZMM) se preparan para la llegada del Mundial 2026, un hecho que ocurre una vez en décadas.
Sin embargo, las ciudades deben estar a la altura de un evento global. Aquí la pregunta pertinente sería: ¿Es Monterrey una ciudad de clase mundial? Parte fundamental de esa respuesta se centra en la calidad de su transporte público.
A este respecto, es necesario revisar dónde estamos y por qué persisten tantas quejas de los usuarios. Al día de hoy, el transporte público no se da abasto para la demanda de pasajeros metropolitanos. Ni el Metro, ni los autobuses son suficientes para mover diariamente a los miles de usuarios. Pensar que a esta situación se sume una demanda adicional de miles de turistas es, hoy por hoy, inimaginable.
Cuando el mundial se realizó en Qatar, una de las mayores inversiones que se hizo en aquel país fue en líneas de metro. Se invirtieron 200 mil millones de dólares en infraestructura, y un porcentaje importante de esa cantidad se destinó al transporte público. Así, la ciudad se preparó con una línea de tren y una red de autobuses para recibir a 2 millones de visitantes mundialistas.
Nuestra realidad es muy distinta a la de Qatar. Nuestra zona metropolitana alberga a cerca de 5 millones de habitantes, lo que implica que la movilidad sea un reto constante. Es clara la insuficiencia de transporte público y la falta de conectividad efectiva de las líneas del Metro. Las obras que está llevando a cabo el Gobierno del Estado para la creación de nuevas líneas serán un alivio, pero no serán suficientes, y menos aún con un evento como la Copa del Mundo.
Las calles también representan un desafío: banquetas en mal estado y la falta de zonas destinadas al uso de bicicletas o de carriles exclusivos para el transporte público.
A pesar de la renovación de camiones y el anuncio de miles de unidades más que, según el Gobernador Samuel García, se han integrado al transporte público, seguimos viendo largas filas en las paradas de autobuses en horas pico. A siete meses de la justa mundialista, no parece posible que la capacidad vaya a ser suficiente para albergar turistas.
Por otra parte, la movilidad es cada día más complicada en las principales arterias de los municipios metropolitanos. Agregar la carga adicional de vehículos como taxis o plataformas de aplicaciones para traslados durante el mundial anticipa el caos vial.
Una solución temporal podría ser que el Gobierno llegue a un acuerdo con escuelas y empresas para parar labores o realizar trabajo remoto durante las fechas en que se jueguen los partidos del mundial en el Estadio Monterrey.
El Presupuesto 2026 que presentará el Ejecutivo al Congreso del Estado para su aprobación nos dará una idea de si se generará una inversión adicional al transporte y, en general, a la movilidad. Solo entonces podremos estar en condiciones de saber si será suficiente para lo que nos espera durante el evento mundialista.
