La innovación sirve para canalizar bien el debate público en Nuevo León, aunque, tristemente, nadie la aplique por estos lares.
Caintra, Coparmex, Canaco, entre otros organismos, rechazan el incremento del Impuesto Sobre Nómina que contempla el Paquete Fiscal 2026.
Del 3% actual, se considera subirlo al 4%, como está actualmente en Ciudad de México y Baja California, por poner dos ejemplos.
Por lo pronto, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ya dijo que el balón está del lado del Congreso local y lo que este determine, él lo acatará sin problema. Así de simple.
Lo dijo Samuel García apenas llegó de Washington tras el sorteo de los equipos que participarán en el Mundial 2026.
Sin embargo, dicho debate, que crispó algunos ánimos, debería tener una canalización institucional que evite la exaltación de naturaleza conflictiva.
En busca de opciones innovadoras releí mi viejo libro Comparative Public Budgeting: Global Perspectives on Taxing and Spending, de George M. Guess y James D. Savage. De plano, no hallé nada para aplicar en el caso de Nuevo León que remedie este debate de la imposición o incremento —cosa en lo que yo no estoy de acuerdo, pero ese es tema para otra columna— de impuestos.
Así se lo dije a mi amigo, el admirado economista Alfredo O’Donell, quien me dio una pista después de regañarme con justificada razón.
“Deberías saber que Comparative Public Budgeting, el libro de Guess y Savage, tiene una actualización del 2023 —la primera edición es de 2011, que es la que yo tengo— y prácticamente se trata de otro libro”.
Dicho de otro modo, perdí mi fin de semana leyendo una versión anticuada de casi 300 páginas. Pero luego, Alfredo me dio una buena pista: “En la nueva versión ya se sugiere la propuesta de los consejos fiscales independientes —en inglés se les dice IFIs—, que es la innovación institucional más importante en gobernanza presupuestaria de los últimos 20 años”.
De ese tamaño es su expectativa.
Y sigue O’Donell: “Este tipo de organismo público, financiado con recursos fiscales, pero estructuralmente independiente del gobierno, funcionaría a todo dar en Nuevo León para validar análisis fiscales objetivos que reduzcan el llamado déficit bias —es decir, la tendencia de los gobiernos locales o federal a gastar y endeudarse más de lo sostenible por motivos electorales— y para que reencaucen los debates entre gobierno y los empresarios, como acontece ahora en Nuevo León”.
Se supone que el sector privado tendrá encuentros esta misma semana con los diputados locales para evaluar si conviene o no incrementar el ISN, y yo solo espero que en esas reuniones no asistan los típicos legisladores inexpertos y, francamente, burros de siempre.
Valdría la pena que esas mesas las presidan legisladores tan experimentados como Héctor Morales. Su imparcialidad, al margen de banderas políticas, es garantía.
