Rangel Frías, rector Primera parte
Sección Editorial
- Por: Adalberto Madero
- 22 Noviembre 2023, 20:37
La trayectoria del Lic. Raúl Rangel Frías (1913-1993) se puede resumir en una sola palabra: humanismo. En otras colaboraciones referí su papel en la política, como precandidato a la Presidencia Municipal de Monterrey en 1948 más su gestión como gobernador de Nuevo León durante 1955-1961; su destacada labor en la Universidad de Nuevo León, primero siendo catedrático; posteriormente, encargado del Departamento de Acción Social (DASU) en la etapa de 1943 a 1949; finalmente asume la rectoría de la misma en el periodo de 1949 a 1955. Durante esta gestión es cuando se manifiesta con más profundidad su vocación humanista, dotando a la máxima casa de estudios de recursos, infraestructuras, además de programas de estudio al nivel de las universidades más importantes del país, veámoslo a continuación.
Existen numerosos estudios sobre su desempeño como rector, no se dispone de un texto que compile sus seis informes de labores, presentados a partir de 1950. En este sentido, decidí editar un libro –está en proceso de publicación– que integre dichos informes, en el marco del 90 aniversario de la universidad, al cual he titulado Raúl Rangel Frías, rector; se trata de un documento de más de 200 páginas, se brinda información de primera mano sobre el quehacer de nuestra alma mater. El contenido versa sobre la integración del Consejo Universitario, sesiones y acuerdos del mismo; el movimiento de alumnos en las distintas escuelas; expedición de títulos; relación de personal docente; reporte anual de varias dependencias como el Instituto de Investigaciones Científicas, el Departamento de Acción Social, el Departamento Deportivo y el Hospital Universitario, entre otras; mejoras materiales, Adquisiciones y gastos; el presupuesto por dependencias; relaciones públicas (eventos, reuniones y congresos); creación de nuevas facultades; la participación del Patronato Universitario; el movimiento de valores, entre otros rubros.
En su primer informe, del 1 de julio de 1950 al 30 de junio de 1951, Rangel Frías destaca que el Consejo Universitario celebró 10 sesiones ordinarias, siendo algunos de sus principales acuerdos la aceptación de los estatutos de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior de la República Mexicana, formulados en una asamblea celebrada en la ciudad de Hermosillo, Sonora; el ingreso de la Universidad de Nuevo León a la Unión de Universidades Latinoamericanas con sede en Guatemala; nombrar una comisión que se encargue de estudiar el presupuesto y contrato correspondientes a las obras de la Facultad de Medicina, entre otros acuerdos.
En cuanto a la relación de alumnos matriculados, sobresale la inscripción de las facultades de Medicina, Derecho, Ingeniería y la Escuela Industrial Álavaro Obregon, con 896, 306, 287 y 492 alumnos, respectivamente. Siendo las de menor población Artes Plásticas y Teatro Univesitario, con tan sólo 3 y 1 alumnos registrados, en ese orden. En ese periodo, la mayor expedición de títulos correspondieron a las carreras de Ingeniero Civil (20), Médico Cirujano Partero (18), Químico Farmacobiólogo (14) y Licenciado en Ciencias Jurídicas (12). Más del 85% de los matriculados procedían de los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, correspondiéndole a cada uno el 61.26%, 12.51% y 11.39%, respectivamente; el resto en reducidos porcentajes provenían de diferentes entidades de la República. La relación del personal docente no se expresa globalmente, únicamente se reportan las cifras correspondientes a cada dependencia, siendo las de mayor concentración de profesores: Medicina (125), Escuela de Bachilleres (68), Escuela Álvaro Obregón (60), Ciencias Químicas (40), Ingeniería (39) y Odontología (29).
Respecto al quehacer de las diversas dependencias, se le da suma importancia al Instituto de Investigaciones Científicas, cuyo director era el Dr. Eduardo Aguirre Pequeño (1904-1988); uno de sus principales Departamentos era el de Historia Natural, el cual comprendía las secciones de Geología, Botánica, Biología General, Zootecnia, Taxidemia, Dibujo y Modelado, Fotografía y Microfotografía, Parasitología Médica, Medicina Tropical, Higiene y Medicina del Trabajo, Bacteriología, Recursos Naturales y Museo Regional de Historia Natural. Se informa que el referido director había organizado una nueva sección tendiente a la educación higiénica del adulto (Geriatría), así como al estudio del proceso del envejecimiento (Gerontología) –actividad pionera en el país–; para fortalecer estos proyectos había conformado la Sociedad Nuevoleonesa de Gerontología y Geriatría, auspiciada por este instituto. Además de esta innovación, este médico asistió al Symposium del Mal del Pinto, verificado en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, los días 10 y 11 de marzo de 1951, tema en el que destacará años después.
Otra de las dependencias más referidas es el DASU, el cual Rangel Frías había iniciado a principios de los 40, venía operando con los programas de Música, Artes Plásticas, Teatro Experimental Universitario y Editorial. Las actividades desplegadas son abundantes, basta señalar que en artes plásticas se montó una exposición de arte popular mexicano con la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia; se promovió la Escuela de Artes Plásticas encomendándole las clases a los maestros José Guadalupe Ramírez y Jorge Rangel Guerra en pintura, además de Alfonso Reyes Aurrecoechea en escultura. En editorial se publicaron los números 8 y 9 de la Revista Universidad y 10 entregas del órgano informativo Armas y Letras.
Una facultad que se crea en 1950 por mandato del Consejo Universitario es la de Filosofía y Letras, planteada desde 1933 por el entonces rector Lic. Héctor González (1882-1948), considerada como un espacio vital para la reflexión y el humanismo “podrá ser un verdadero semillero de hombres de letras, pensadores y científicos, que ayuden con sus luces al mayor desenvolvimiento de la cultura en las aulas universitarias y al esclarecimiento de los problemas de la vida mexicana”. Se organizaron los primeros cursos de Lenguas clásicas: Latín y Griego; idiomas, como Inglés, Francés y Alemán; Literatura Castellana e Introducción a la Historia de la Filosofía. Las clases se llevaron a cabo en una casa particular rentada para tal efecto, ubicada en la calle de Washington número 416 Oriente, en Monterrey. Como éstas, aparecen otras notas relevantes que dan cuenta del momento en que la Universidad comienza a madurar para configurarse en el principal centro de enseñanza superior del norte del país, tal como lo había preconizado décadas atrás el regiomontano universal Don Alfonso Reyes (1889-1959).
Un gobierno humanista difundiría la vocación y el legado del Lic. Raúl Rangel Frías, en ocasión del 90 aniversario de nuestra alma mater, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram considera que la cultura se reduce a organizar tocadas masivas para entretener a su audiencia.
En conclusión, después de cotejar la información de este primer informe, queda justificada la afirmación del rector humanista: “La universidad sigue siendo, sin duda, el centro cultural de provincia más importante del país.
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