Opinión

Samuel busca sancionar empresas contaminantes y el PAN se niega: ¿por qué?

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 30 Abril 2023, 20:00

Samuel García crea una agencia de la calidad del aire para multar a las empresas contaminantes y el PAN le dice que de plano no se puede. Samuel oficializa un órgano para evitar el daño ecológico porque los contaminadores siempre la libran con trucos legales, y el PAN le dice que le baje tres rayitas, que no es materia de su competencia. Samuel ya advirtió que si es necesario irá contra empresas de regulación federal que contaminen, y el PAN le dice que nomás no, que eso no funciona. Samuel propone y la política vieja no dispone: estorba, enreda, bloquea, paraliza y frena. Nos urge un órgano público desconcentrado, con dientes, que persiga delincuentes ecológicos, no importa si son dueños de empresas grandotas, si son peces gordos, si son pesos pesados (o peso pluma), si es gente de apellidos ilustres. Pero el PAN le mete zancadillas a este órgano de monitoreo ambiental, recién nacido. Para el año 2030 el daño ambiental será irreversible si no hacemos algo, Pero la política vieja patea el balón, le da largas, pospone cualquier remedio; nos tira puro verbo, como la canción de Peso Pluma. ¿Por qué crees tú que actúan así? ¿A quién protegen? ¿A quién encubren? ¿Estás pensando lo mismo que yo? La política vieja se burla no de Samuel sino de ti y de mí; la política vieja se ríe de nuestras familias. ¿No se da cuenta que tú y yo tenemos derecho a respirar oxígeno puro? ¿No se da cuenta que nuestros hijos tienen derecho a respirar aire limpio? ¿No estás harto de ver tantas trabas, de ver tantas transas, de que saquen siempre los mismos pretextos? Yo no he escuchado ni leído de parte de la política vieja ninguna alternativa de solución a la crisis de medio ambiente que sufrimos desde hace décadas. Samuel ya creó la Agencia de la Calidad del Aire, ya fijó las sanciones contra las empresas que contaminen, ya presentó un Plan Integral de Calidad del Aire, ya emplazó a las industrias a reducir emisiones y limpiar sus chimeneas y procesos en un máximo de 15 días. O que se atengan a las durísimas auditorías y la exhibida pública que les pondrá Félix Arratia. ¿Y la política vieja para cuándo? ¿Adrede no se ponen las pilas? Si no ayudan, de perdido háganse a un lado. Y es que la política vieja ya se volvió una fábrica de “imposibles”, del “no se puede”, del “no se debe”. Puro verbo, ninguna acción. ¡Mejor que se vayan de una buena vez, o dejemos que estos mangoneadores bailen solos! Allá ellos… como la canción de Peso Pluma.

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