Samuel García y los mafiosos del barrio

Ayer se aprobó por fin la Ley de Egresos 2023 en el Congreso del estado, con un monto de $140,000 millones de pesos. Y la gente se queda con un regusto amargo.Muchos opinan que tanta violencia verbal entre el gobernador y los diputados locales implicó destruir la política y minó la gobernabilidad del estado. Se equivocan. Es totalmente falso. El juego del poder siempre es conflictivo.Es más, si los conflictos y las diferencias se salieran del ámbito político, entrarían en terrenos peligrosos y sin retorno.Dicho de otro modo, la política es la forma no ideal pero la más sana de estar en desacuerdo. Por ejemplo, en un gobierno autoritario, todos los políticos se disciplinan. Eso resulta peor para todos.¿Qué es entonces la lucha por el poder, como la que protagonizaron el PRI y el PAN contra el gobernador? Una pugna entre razonamientos opuestos, antagónicos.Tu y yo somos gente común y corriente, no políticos. Exijamos desde nuestra posición de mirones críticos, o sea, de ciudadanos responsables, no que los políticos no se peleen, sino que razonen el motivo de sus reclamos; que nos expliquen las causas que defienden y por qué se están peleando.Esta figura del político razonador, argumentador, la sintetizo en un término: el político pedagógico. Aquí en Nuevo León casi no existe. En estos meses tan tensos, tan colmados de violencia verbal, vimos razonar a Samuel García por un lado, y a César Garza por el otro.En una esquina Samuel y en la otra César. Párenle de contar. El resto de la ralea política no razonó: amenazó. Y si bien la política es conflicto, lo que nunca debe llegar a ser es amenaza. Porque el político que amenaza no es pedagógico, es mafioso.Dicen que la lucha del poder nunca declara tregua. ¿Por qué? Porque siempre hay una elección a la vista. En este caso, la de 2024.Evidentemente estará en juego el reparto de muchísimos puestos de poder, comenzando por la Presidencia de la República.¿Tú que prefieres: candidatos pedagógicos que argumenten o candidatos mafiosos que amenacen?En la reciente batalla campal entre políticos locales ganó Samuel García, porque sacó su presupuesto 2023, y ganó César Garza, porque gestionó buenos recursos para los municipios.Perdieron casi todos los diputados locales porque no supieron argumentar. Entre las pocas legisladoras que sí, estuvo Anylú Bendición. Bendita ella.Malo el cuento porque para eso les pagamos; no para que profieran amenazas como mafiosos de barrio.