La noticia de la muerte de miles de perros en Santa Catarina se viralizó en redes sociales, provocando una indignación masiva. La comunidad animalista no daba crédito ante las imágenes y videos de lo ocurrido. Más tarde, el alcalde Jesús Nava publicó varios videos con una actitud completamente a la defensiva, dejando al descubierto las condiciones insalubres y deplorables del mal llamado “Centro de Bienestar Canino y Felino”.
Apelar a una supuesta campaña política en su contra es, francamente, patético. El alcalde habló de todo en sus videos, menos del compromiso con el bienestar animal que hizo en sus dos campañas. Peor aún, mostró cero empatía y responsabilidad por el tema. En cuanto a la inversión que supuestamente realizó durante su primera administración para transformar el centro, todo se redujo a la fachada, sin ninguna mejora real para los animales.
El Gobierno del Estado, a través del propio gobernador, inició una investigación. Esperamos que esta sirva para deslindar responsabilidades, recordando que el maltrato animal en Nuevo León es un delito tipificado en el Código Penal. Para la mayor parte de la comunidad, tanto en Nuevo León como en el resto de México, el maltrato animal es inaceptable, algo que quedó claro con la rápida reacción de los medios nacionales, a pesar de que la noticia se difundió durante un puente festivo.
Este trágico caso debe ser un punto de inflexión. Es crucial que los municipios revisen cuidadosamente sus Centros de Bienestar Animal y que las autoridades de salud realicen inspecciones rigurosas. Además, se debe verificar que el personal veterinario cumpla con los requisitos y que los medicamentos administrados sean los adecuados. En este sentido, el Congreso del Estado debe considerar este caso al determinar las partidas presupuestales para las áreas de bienestar animal. Queda claro que invertir solo en remodelaciones no garantiza que los animales estén en condiciones óptimas o libres de maltrato.
No podemos seguir siendo indiferentes ante el sufrimiento de los seres sintientes. Atendamos el problema y, como sociedad, seamos responsables de nuestras mascotas: esterilicemos y digamos no al abandono. El maltrato es un delito y se debe hacer justicia.