Quizá tengamos el prejuicio como lectores de que la poesía puede ser rebuscada, ecléctica y hasta individualista.
Pero, ¿cuál es el límite entre la poesía y la prosa? ¿existe acaso una línea divisoria? Podemos dedicar muchas columnas a debatir esto.
Sin embargo lo que importa siempre es la sustancia, el contenido y Carmen Avendaño borra cualquier división estructural a puro statement, a pura declaración que se transforma en poema.
Para una prueba esto:
"A mayor espera menos esperanza.
La manera más fuerte de derrotar a alguien es ponerlo a esperar.
Ponlo a luchar consigo mismo y lo hallarás blando al primer golpe".
Carmen nació en Chile pero desde hace mucho vive en Monterrey; es una mujer seria de pocas palabras, pero que cuando habla, vaya que en verdad habla. Y eso es un reflejo de su poesía y de su personalidad.
Otro ejemplo más:
"Ella quisiera ser su viernes, pero él la considera su domingo".
El libro titulado Nada Significa Nada fue publicado por Ediciones Moneda en el 2017 y lo vi primera vez en la UANLeer 2024, sin embargo, no fue hasta hace dos meses cuando me lo volví a topar en la Casa Universitaria, mientras transcurría un sábado lluvioso. Ahí sentí el impulso de adquirir esta obra, no para tenerlo en un librero como un adorno más, sino como un manual de existencialismo, de pureza, de verdad y hasta de oráculo.
Otro ejemplo claro de a lo que me refiero es este poema:
"Antes pierdes la conciencia que emborrachas la verdad".
Y entonces estimado lector@ lanzo estas preguntas: ¿qué significa nada? ¿qué tanto es nada? Dejemos las respuestas abiertas.
