Así se ve la Conferencia Nacional.
Ayer escribí —con la tranquilidad que da la experiencia y la desconfianza que dan los años— que los power rankings de agosto habían terminado en el mismo lugar donde acaban casi todos los pronósticos veraniegos: en la basura.
Y sí, ya los escucho: “Eso pasa todos los años”.
Correcto. Pero no siempre pasa tan rápido ni de forma tan descarada como en este 2025.
Porque una cosa es que falle uno o dos equipos, y otra muy distinta es que la mayoría de la liga se haya puesto de acuerdo para burlarse de la bola de cristal de los analistas.
Salvo Dallas —que cada agosto vuelve a ser Campeón moral de algo y cada octubre nos recuerda por qué no lo es—, el resto de la NFL ha decidido jugar a llevar la contraria.
Veamos el paisaje de la Conferencia Nacional, donde nadie parece cómodo, nadie parece seguro y casi todos parecen sospechosos.
LÍDERES… PERO CON NERVIOS
Seattle hizo un partido de ensueño. Alcanzó a Los Rams de Los Ángeles en el cuarto cuarto y se fueron a OT.
Lo hicieron con un jugada polémica que pocas veces se ven y luego remataron haciendo una conversión de dos puntos en tiempo extra y con ello subirse a la cima de la división. ¡Juegazo!
Seattle, ahora con récord de 12-3, se perfila para pelear el título de la Conferencia.
Chicago (10-4) lidera el Norte, aunque con el calendario más ingrato posible: Packers, 49ers y Lions. Tres equipos peleando por su vida. Ser líder en diciembre está bien; sobrevivirlo es otra historia.
Tampa Bay (7-7) encabeza una NFC Sur que parece diseñada para cardiólogos. Los Buccaneers y Carolina se verán dos veces en tres semanas. No es una carrera por el título Divisional, es una prueba de resistencia emocional.
Y luego están los Eagles (9-5), los únicos que parecen entender el concepto de estabilidad. Una victoria ante Washington les da la corona del Este. El Campeón vigente del Super Bowl haciendo cosas… de Campeón vigente. Qué raro.
COMODINES CON COLMILLO
Seattle (12-3), San Francisco (10-4) y Green Bay (9-4-1) no sólo están en puestos de wild card; también tienen oportunidad real de ganar sus Divisiones.
Eso dice más de lo apretada que está la NFC que de ellos mismos.
San Francisco incluso puede darse el lujo de perder ante Indianápolis y seguir bien parado. El cierre ante Chicago y Seattle definirá si los 49ers son protagonistas o simples invitados incómodos en enero.
EN LA CAZA… Y EN LA NEGACIÓN
Detroit (8-6) sigue vivo, aunque no ha ganado juegos consecutivos desde septiembre. Eso no es inconsistencia: es identidad.
Si quieren soñar, deben vencer a Pittsburgh y luego sobrevivir a Vikings y Bears. Fácil no es; posible, apenas.
Carolina (7-7) sólo tiene un camino: ganar la NFC Sur. No hay atajos, no hay Comodines emocionales.
¿Y DALLAS?
Dallas está 6-7-1.
Sí, lo voy a repetir despacio: 6-7-1.
¿Puede llegar a Playoffs? Matemáticamente, sí.
¿Va a pasar? No.
Esto no es análisis, es experiencia.
Al final, la NFC 2025 confirma algo que aprendí hace décadas escribiendo de esta liga: la NFL no perdona la soberbia, ni la ajena… ni la propia.
Como decía Bill Parcells: “Eres lo que tu récord dice que eres”.
Y en esta temporada, muchos equipos —y muchos analistas— no están muy contentos con lo que el récord refleja.