Thiago y sus demonios internos

En el tenis hay historias que trascienden cuando uno de los cientos de jugadores logra una gran hazaña, y esta semana le tocó al brasileño Thiago Seyboth Wild.Vencedor en Roland Garros del ruso Daniil Medvedev, el segundo mejor jugador del mundo, el carioca fue el que se llevó los reflectores en la primera semana del segundo Grand Slam del año por sus particularidades personales y familiares.En el torneo de su vida, Thiago desperdició la oportunidad de su vida, primero porque después de vencer al ruso tuvo dominado al japonés Yoshihito Nishioka en tercera ronda y durante buena parte del partido contó con posibilidades reales de pasar a los Octavos de Final de Roland Garros.Pero, sobre todo, porque su paso por París estuvo marcado por las acusaciones de violencia contra su expareja, un tema que muchos medios internacionales no le dejarán pasar ahora que ya es reconocido en el mundo del tenis varonil, y después por sus incendiarias declaraciones en torno a su pasado familiar que incluyen temas nazis.Lo cierto es que el brasileño logró evitar hablar del asunto esta vez, pero en los próximos torneos la pregunta volverá porque él no habla del tema y porque las acusaciones son cada vez peores.Pero si sólo de escándalo se tratara, el tema terminaría ahí, sin embargo, Thiago posee un estilo de juego que lo podría llevar a los primeros lugares del ranking mundial, de no ser por su carácter que muchas veces no va de acuerdo con los preceptos que busca la ATP.Durante sus partidos en Francia, Seyboth Wild le quitó la respiración a los espectadores pues la potencia seca de su derecha es de una belleza sin límites, la arrogancia ofensiva de su juego impresiona. Ese tenista, comentaban varios conocedores del deporte blanco, no puede ser el número 172 del ranking mundial, debería estar mejor ubicado.La lista de elogios al juego del brasileño es larga: ahí hay talento, potencia, ahí hay mucho tenis, pero también hay un tenista enojado.La cantidad de veces que Seyboth se gritó a sí mismo, la cantidad de protestas que inició, la cantidad de veces que levantó los brazos, que frunció el ceño y aquella raqueta arrojada contra el piso y destrozada dejan ver los mismos problemas que han sepultado carreras.Y aquí cabe preguntarnos, ¿qué le pasa a Seyboth Wild? ¿Por qué, a sus 23 años y ante una carrera que evidentemente despega, está tan enojado?Preguntas que nadie pudo hacerle al brasileño, porque tras ganar en segunda ronda y tras perder en la tercera no dio las conferencias de prensa que se acostumbra en el tenis. Los periodistas dieron por hecho que una de las revelaciones del torneo, el hombre que eliminó al número dos del mundo, sería promovido por la ATP, y tendría un momento para expresarse ante los medios, incluso para disculparse por sus muy malos modos en la única conferencia de prensa que dio.Pero al parecer la ATP quiso dejar pasar el momento para engrandecer al brasileño y optó por excusarse al afirmar que Thiago ya había dado las entrevistas para las que fue requerido y sólo habló con algunos medios de su país, como si el circuito no hubiera querido que le preguntaran algo más.Redes sociales…Mail: centraltenis.mx@gmail.comFacebook: CentralTenisMXInstagram: @centraltenis.mx