Opinión

Transporte Ineficiente

Sección Editorial

  • Por: Adalberto Madero
  • 15 Febrero 2024, 01:00

A pesar de que hace un mes el gobierno del estado anunció haber completado la entrega de los 2,000 autobuses ecológicos, los pasajeros siguen haciendo largas filas por más de dos horas para poder abordar las unidades; veámoslo a continuación.

El déficit en el número de camiones comenzó en 2015, con la congelación de tarifas, lo que resultó en una reducción significativa de autobuses disponibles, pasando de 4,550 a 2,700.

El 22 de mayo de 2022, arrancó el Plan Maestro de Movilidad, contemplando originalmente la adquisición de 1,800 unidades. La entrega de los denominados “camiones chinos” se dio por goteo, por diversas razones desde técnicas, administrativas y hasta geopolíticas, las unidades fueron llegando en reducidos lotes por lo que su impacto en cuanto al servicio resultó imperceptible, con efecto positivo en unas cuantas rutas.

Lo que iba a ser un alivio a los problemas de movilidad de los usuarios del área metropolitana resultó un total desencanto. A pesar de la inversión millonaria y el subsidio otorgado a los transportistas, los resultados son un fracaso más del proyecto de movilidad de la actual administración.

La falta de cupo y la escasa frecuencia de las rutas de camiones han llevado a situaciones frustrantes para los usuarios. Mucha gente pierde hasta cinco horas diarias en el transporte, evidenciando la insuficiente oferta de autobuses para atender la creciente demanda de la población.

La falta de mejora en el servicio es evidente: los problemas persisten y la gente sigue perdiendo tiempo, dinero y calidad de vida al hacer largas filas en los parabuses. Un calvario al que viene a sumarse la contaminación, ahora además de exponerse al frío, el sol, la lluvia, el ruido y la inseguridad de las banquetas, las personas quedan expuestas a inhalar las partículas que dañan severamente su salud. Los estudiantes llegan tarde a sus clases y muchos trabajadores y empleados están a punto de ser despedidos por acumular varios retardos en una semana.

La reestructura de rutas, que se suponía concluiría con la incorporación de 2,000 unidades, apenas ha alcanzado un modesto 26% de avance, según los especialistas. Tan sólo 79 de las 298 rutas y ramales operan bajo la nueva modalidad, quedando 219 fuera del esquema de renovación. Falta mucho por hacer y todo parece indicar que la actual administración llegara hasta esta meta, no hay anuncios de adquirir nuevas unidades.

Hay que decirlo claramente: el serio problema del transporte público que padecen a diario los usuarios del área metropolitana de Monterrey no tiene para cuándo resolverse. Por lo menos, no en el futuro cercano. La inversión millonaria de casi $10,000 millones de pesos destinada a la compra de camiones y el subsidio de $45 millones de pesos otorgados a los transportistas plantean interrogantes sobre qué tan eficiente ha sido la gestión del gobierno estatal en esta materia. La ciudadanía merece cuentas claras sobre el destino de estos recursos y exigir la efectividad de las medidas anunciadas con bombo y platillo.

La movilidad sigue siendo un problema sin resolverse. Los nuevoleoneses merecen un sistema de transporte público eficiente y confiable, es responsabilidad del gobierno garantizar que las inversiones se traduzcan en mejoras tangibles en la calidad de vida de los usuarios. La falta de atención a las necesidades básicas de la población demuestra una vez más la negligencia de las autoridades.

Un gobierno humanista desde la transición hubiera trazado un plan maestro para modernizar el sistema de transporte público que sirva a millones de nuevoleoneses, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram, está pensando en construir túneles y segundos pisos de cuota para el veloz desplazamiento de los autos del futuro.

En conclusión, urge resolver la deficiencia del transporte público para garantizar el bienestar y la seguridad de lo único importante: la gente.

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