Una guía sobre el arte de perderse

La escritora estadounidense Rebecca Solnit, conocida por sus obras Los hombres me dicen cosas y Esperanza en la oscuridad, la historia jamás contada sobre el poder de la gente, entre otras, también tiene un ensayo extraordinario titulado: Una guía sobre el arte de perderse, publicado por la editorial española Capitán Swing.Pero, ¿por qué habría de calificar algo de extraordinario y caer en el lugar común al decir que una obra es imperdible, única y esencial para cualquier lector? La cuestión es que, algunas veces, sí llega a ser así. Más allá de generalizar con calificativos que parecieran exagerar, algunos libros te siembran la necesidad de recomendarse, este es uno de ellos.Solnit, además de lo que ya había mencionado, hace un par de años al reseñarla por primera vez, cuando dije que ella es parte de un proyecto global feminista en el que aterriza y plantea una base esclarecedora de ideas y dudas, en este libro acuña la esencia de la transformación que produce perderse.Habla de la brújula en el lenguaje y su relación con el cuerpo y la naturaleza, la filosofía y la literatura. Menciona a Keats y a Woolf, a Sócrates y Meno, las tribus Wintu en California y más maneras de ejemplificar el sentido de estar sin estar, de perderse sin desaparecer o desaparecer sin que alguien te encuentre: el arte de encontrarse y la ciencia de perderse.Al principio, habla de la puerta abierta, permitir que entre la oscuridad, el misterio, la incertidumbre. La noción de reconocer esa “terra incognita” que aparecía en los viejos mapas, pero en nuestras propias incertidumbres y dudas.Perderse así, abriendo la puerta y propone: “La labor de los artistas es abrir puertas y dejar entrar las profecías, lo desconocido, lo extraño; es de ahí donde proceden sus obras”.Esos misterios esenciales que finalmente no nos permiten calcular lo imprevisto y entonces tenemos que usar el sentido humano de reconocer que estamos perdidos, que no sabemos el camino y dejarnos a la búsqueda propia y ajena.Solnit convierte la lectura en una excursión entre montañas, ciudades e historias desde la literarias hasta las de personas que directamente la rodean y le van dejando esas migajas en el camino que hacen de guía para que ella llegue a mostrarnos su propio mapa hasta el final de las páginas.La escritura de Solnit se vuelve cada vez más vital conforme se avanza no solo de capítulo a capítulo, sino de libro en libro que se nos presenta como imprescindible para abrir nuestras puertas.