Opinión

Urge claridad sobre la refinería de Cadereyta

Sección Editorial

  • Por: Ana Rent
  • 21 Marzo 2023, 20:00

Con la salud de los ciudadanos jamás se debería de jugar, ya que es un tema sumamente delicado, es prioridad y cualquier gobierno tendría la obligación de hacer todo lo posible para brindar bienestar a la ciudadanía.Cientos de miles de nuevoleoneses nos llevamos una desagradable sorpresa el pasado domingo cuando en redes sociales comenzaron a circular dos videos donde se observaban enormes columnas de humo de color negro y amarillo en la refinería de Cadereyta. Las imágenes son impactantes, y por supuesto que de inmediato causaron preocupación entre la sociedad.En las últimas semanas se ha vuelto más común que se registren días con mala calidad del aire, entendemos que el problema de contaminación que se está sufriendo en Nuevo León es gravísimo pues todos estamos respirando el mismo aire; es decir, aire cochino. La contaminación ya está provocando problemas en la salud de miles de nuevoleoneses, y sabemos que es un tema que ya no puede esperar, por lo que la sociedad ha presionado a las autoridades del Gobierno del Estado de Nuevo León para que tome las medidas adecuadas y se comience a actuar.La refinería de Cadereyta ha sido un punto de referencia muy importante ya que la sociedad la señala como gran causante de la contaminación. Es más, ese mismo domingo el propio Samuel García se pronunció al respecto, pero no habló de clausura sino que señaló que había solicitado una reunión urgente con el director del lugar. La Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León acudió el mismo domingo a la refinería de Cadereyta para intentar clausurar pero personal de Pemex y del Ejército lo impidieron. Ni siquiera les dejaron poner los sellos de aviso, y tuvieron que hacerlo en un poste cercano al lugar. Luego, el recién nombrado titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Félix Arratia, señaló que Pemex les había solicitado “encarecida y formalmente” que esperaran a sostener una reunión en la Ciudad de México antes de intentar volver a clausurar la refinería de Cadereyta. Es justo hoy cuando el funcionario y Samuel García acudirán a esa junta, pero sinceramente no hay mucho qué esperar.Es prácticamente imposible que el gobierno estatal decida clausurar la refinería de Cadereyta, esto sin importar el evidente daño que está provocando. ¿Por qué? Porque de haberlo querido hacer ya lo hubieran hecho, es que eso de darles la cortesía política de esperar a una audiencia (que hasta van a tener que ir a la capital) no es cualquier cosa, ojalá que así actuaran también con las empresas privadas.Aquí lo que molesta es el que lancen dos, tres o cuatro discursos, el que intenten confundir a la gente. El tema es la incongruencia en la línea de comunicación oficial. A ver, primero dicen que sí está muy mal y que van a actuar, pero no los dejan, luego aseguran que fue brutal lo que ocurrió pero hay que esperar a una junta, y que además van a tener que moverse hasta la CDMX, aunque agregan que sí van a ejercer acciones contundentes y que van con todo contra la refinería de Cadereyta, pero unas horas después argumentan que los de Pemex les van a presentar un plan de acción urgente para bajar las emisiones contaminantes. ¿Ya ven? El problema es ese, el problema es que con diferencia de pocas horas pasan de un discurso a otro, y la verdad es que la ciudadanía no es tonta. La cuestión es que esa estrategia de confundir jamás debería ser aplicada en temas de salud, ya que es grave, recordemos que es el mismo aire que respiramos todos y con eso no se debe jugar. Insisto en que es muy difícil que el gobierno de Nuevo León clausure la refinería de Cadereyta por todas las incongruencias que se han notado en su línea de comunicación institucional; pues que hablen con la verdad, que digan que no pueden contra el gobierno federal y ya con eso que cada quien decida qué pensar, pero que dejen de decir que van contra ellos y a la mera hora nada, ese es el problema. ¡Que hablen claro! Pero obviamente no lo harán porque desde un principio se notó la falta de voluntad real para actuar contundentemente.

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