Plaza Gastronómica: defensa del espacio público ante un retroceso ambiental
Techo de Cristal
La Plaza de la Gastronomía, situada junto al Palacio de Gobierno, representa una valiosa conquista comunitaria del espacio público. Más que una simple área de comida, es un ecosistema urbano: una zona verde con amplio comedor y servicios, donde la gente disfruta de un entorno con rica diversidad de flora y del canto de aves como pájaros carpinteros, gorriones, loros, palomas y pichones.
Este espacio fue creado durante la administración de Jaime Rodríguez Calderón. Su inauguración fue muy bien recibida por la ciudadanía, ya que eliminó una zona de estacionamiento para dar paso a un paseo peatonal arbolado que hoy disfrutan miles de visitantes del centro de la ciudad.
El retroceso y la contradicción
A pesar de tener apenas cuatro años de existencia, el actual gobierno del estado ha anunciado y licitado un proyecto de remodelación cuyo objetivo principal es regresarla a su función original de estacionamiento. Esta propuesta implica la tala de los árboles plantados y una alteración directa del ecosistema local, constituyendo, sin lugar a duda, un retroceso urbanístico y una clara contradicción.
Mientras el Gobierno anuncia e inicia obras en la Plaza Gastronómica, al mismo tiempo comunica la intención de arborizar la Explanada de los Héroes. Esta doble estrategia genera confusión: ¿buscan acaso contrarrestar la pérdida de arbolado de la zona gastronómica con nuevas plantaciones o se trata de una medida superficial que no compensa el daño ecológico?
Visión de la ciudad y exigencia ciudadana
La visión urbanística de la Zona Metropolitana de Monterrey debe estar dirigida a mejorar la movilidad mediante la inversión en un transporte público eficiente, el fomento de zonas peatonales y la defensa de las áreas naturales. Eliminar la Plaza Gastronómica para crear un estacionamiento y locales comerciales hace exactamente lo contrario.
Cientos de activistas se han manifestado enérgicamente contra esta decisión. Las obras de infraestructura que se realizan con miras al Mundial 2026 deberían traducirse en beneficios ambientales tangibles para la ciudad, y no en proyectos que los contravienen.
La defensa de nuestras áreas verdes no es negociable. La Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) necesita urgentemente suelos permeables para fomentar la recarga del manto freático, especialmente al ser una región catalogada con alto riesgo hídrico. Por ello, debemos hacer una defensa férrea de estos espacios verdes, ya que no solo mejoran nuestra calidad de vida, sino que también mantiene vivo el ecosistema y la biodiversidad de nuestra región.
