Si te invitara a un gran festejo para que asistieras con tus maestros más inspiradores ¿A cuántos de los maestros de tu vida te gustaría invitar?
Alguien que te haya marcado la vida, alguien a quien admires y creas que se merece un lugar en nuestro banquete especial. Si pensaste en varios maestros, entonces eres muy afortunado. Y quizá por personas como ellos, eres lo que eres hoy.
Soy maestra de cátedra del Tec de Monterrey y educadora para padres de crianza positiva. Soy una apasionada de la educación, me hace muy feliz acompañar a mis alumnos en sus procesos educativos. Creo que para que una sociedad avance y se desarrolle, el secreto es definitivamente la educación. Los males de una sociedad también surgen debido a una educación deficiente.
Una poderosa voz en derechos de educación es Malala Yousafzai, activista pakistaní, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 2014 a los 17 años, convirtiéndose en la persona más joven en recibir ese galardón en cualquiera de sus categorías. Ella defiende los derechos de las niñas para que puedan recibir educación en países donde esto aún no es una realidad. Y una de sus frases más célebres es:
“Un niño, un profesor, un libro y un lápiz, pueden cambiar al mundo”.
Así de sencillo y tan complicado, es que podemos cambiar poco a poco nuestra realidad. El papel de los maestros es esencial, sobre todo en inspirar nuevos horizontes para nuestros niños y jóvenes.
Malala es una fuente de inspiración para los maestros pero no necesitamos irnos muy lejos de México para conocer personas que están cambiando hoy la situación de la educación en nuestro país. Hoy te quiero compartir dos testimonios de maestros inspiradores. La primera historia comienza con un maestro, su nombre, Joaquín.
Este maestro fue a enseñar a una comunidad zapoteca en la sierra de Oaxaca, allá a donde no llegan los avances de las ciudades. En la comunidad de Santa María de Quiegolani, inspiró a una niña hace más de 30 años.
Una niña que gracias al esfuerzo de este joven maestro logró soñar y hacer su sueño realidad con miles de esfuerzos. Esa niña es Eufrosina Cruz, hoy tiene 45 años y es una licenciada en Contaduría Pública, política, activista, autora, indígena zapoteca mexicana. Ha luchado durante años por la igualdad de género y los derechos de las mujeres indígenas y de las comunidades.
Ella logró hacer un cambio para ella, su familia y su hijo, gracias a la educación. El año pasado tuve el honor de conocerla en una conferencia y compré su libro que fue mi favorito de 2023, les recomiendo que lo lean: Los sueños de la niña de la montaña. Y se sientan inspirados por su historia de valentía.
Otra historia maravillosa es la del maestro Sergio Juárez y su alumna Paloma Noyola, historia que se cuenta en la película más reciente de Eugenio Derbez, Radical. El maestro Sergio sigue impartiendo clases en la escuela José Urbina López situada al lado de un basurero en la ciudad fronteriza de Matamoros, en Tamaulipas.
La película cuenta la historia del maestro Sergio que inspirado en nuevas pedagogías de otros países llevó a cambiar la historia de sus alumnos, en especial la de Paloma. Ella fue la portada de la revista estadounidense Wired en 2013, en donde se refieren a ella como “La siguiente Steve Jobs”. En el año que fue alumna del maestro Sergio, sacó el mejor promedio en matemáticas y el tercero en español en la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE).
Actualmente estudia los últimos semestres de la carrera en Derecho y en febrero del año en curso, fue nombrada candidata del PAN a la diputación local de Matamoros. Este es un ejemplo más de cómo la educación y un maestro inspirador puede transformar los sueños de niños y jóvenes para hacerlos realidad.
Maestros Joaquines y Sergios hay por todas partes en nuestro país, es claro que falta mucho por avanzar en tema de educación pública en México. Pero hoy celebro en esta columna a quienes hacen más de lo que se les pide, a los que dejan el corazón y les gana la pasión por acompañar y encender mentes que el día de mañana podrán decir que gracias a un maestro o maestra inspiradora, se atrevieron a hacer lo que no imaginaban.
Feliz día maestros y maestras que en sus aulas hacen un trabajo de artesanos, alquimistas y constructores. Gracias por dejar el corazón y el amor en los niños y jóvenes que pasan por sus aulas. Gracias por sembrar lo que en unos años se va a cosechar por el bien de muchos. Deseo que en un futuro no muy lejano la labor de los maestros y maestras sea respetada y valorada como se merecen y como se hace en otros países.
Esta columna la dedico a la maestra Evelyn Ovalle, maestra de 6.° año de mi hija María José, que este año escolar logró despertar la curiosidad de su grupo para que llevaran a cabo un proyecto de investigación de la vida de Malala. Les enseñó a soñar y lograron asistir a un encuentro con Malala en persona, en el mes de noviembre de 2023. Retos, proyectos, sueños, es lo que hacen que la educación sea significativa, eso a ninguno de sus niños se les va a olvidar. Gracias por ser una maestra inspiradora.