El rock and roll

Primeramente, hace cinco años descubrí en una ocasión el www.fotolog.com/mexiconda, que me llevó posteriormente a conocer la labor de Manuel Martínez Peláez.”Kerencitas” (qepd), quien era un basto conocedor de la historia del rock, no sólo nacional, más bien del rock en general.

Tiempo después supe de Víctor Roura (estudioso del rock mexicano), mismo que me llevó hasta quien podríamos nombrar como padre del Rock and Roll, hablamos de quien en esta ocasión es el verdadero centro de esta nota: Alan Freed.

No recuerdo exactamente donde leí que durante unas vacaciones Alan Freed casualmente estuvo con un amigo que tenía un negocio donde vendían discos de acetato, algo así como un Mixup de los 50. Durante su estancia, Freed notó que los discos de los artistas de color eran los más solicitados por “los blancos y los negros” sin hacer diferencia.

Tiempo después, en 1951, cuando los radios de transistores eran la mera onda, el estadounidense Alan Freed se convirtió en un “DJ” (disc-jockey), en palabras actuales, se convirtió en un avasallador locutor de radio. Conocido con el seudónimo de “el Perro de la Luna”, quien tenía un programa en la estación WJW.

Freed empezó a seleccionar las canciones de los artistas de color que provocaban que el público moviera su cabeza, manos y pies; lo cual me atrevo a decir que fueron los inicios del “headbangueo”, generalizando esta oleada de músicos en una especie de ritmo que él llamó “Rock and Roll”. Esto que hoy conocemos como un género fue tomado de un modismo o expresión de la gente de raza negra.

Su carrera su fue al alza y las ofertas de muchas estaciones de radio no se dejaron esperar. Él fue gran impulsor de: Ray Charles o Little Richard, y a la vez, de los nuevos músicos blancos: Elvis Presley, Bill Haley y Jackie Brenston y sus Delta Kings, entre muchos otros.

Anteriormente la payola no existía y las estaciones publicaban la música gratuitamente. Después, se corrió el chisme de que Alan Freed recibía dinero de algunos representantes de artistas para promocionarlos en su programa. El escándalo fue tal que su carrera se fue de picada.

En 1958 Alan Freed organizó un concierto en un teatro de Boston, el evento fue tan concurrido que terminó en un desenlace violento; las autoridades lo acusaban de ocasionar la revuelta. Alan aceptó ante las autoridades que recibía regalos y primicias de las disqueras, pero que eso sucedía normalmente porque le consultaban su opinión respecto a si las canciones o propuestas eran de su agrado, lo hacía como una especie de consultoría, más alegaba que nunca recibió dinero por promocionar una canción.

Alan Freed murió en 1965 aparentemente de cirrosis, aunque su familia sabe que murió de depresión, con el corazón destrozado. Olvidado y sin el reconocimiento de lograr entre otras cosas, expulsar el racismo de la música de los negros y logrando que a los blancos también les agrade de un modo natural.

En años posteriores Judith Fisher, esposa de Lance Freed, hijo de Alan, descubrió muchos recuerdos del Rock and Roll desde 1978 y entendió que ella debía emancipar el nombre de su suegro, ya que la familia biológica de Alan Freed estaba defraudada por cómo el sistema arruinó su carrera en la radio, en la TV, el cine y los espectáculos en vivo. Nadie de la familia había superado esos viejos sentimientos, y como ella no vivió esa época, era la persona más indicada para evocar sus recuerdos como el ícono que fue. Lance Freed, hijo de Alan Freed, hoy en día es un afamado productor musical en el área de Cleveland.

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