Conviértete en todo un catador de los chocolates

Mucho más allá de que la presentación luzca atractiva, los chocolates deben ser elegidos al cumplir ciertas características, aquí te compartimos información para elegir con sabiduría.

Elige un chocolate que contenga el mayor porcentaje posible de cacao, por encima del 75%, como mínimo y que lleve la mínima cantidad de azúcar y edulcorantes que sea posible. Opta por aquellos productos en cuya composición aparezca el aceite de oliva como grasa, en lugar de aceites refinados de girasol, aceite de palma, margarinas.

“Busca productos con trozos de fruta natural, hortalizas como la calabaza o la zanahoria o especias como la canela o la nuez moscada en lugar de mermeladas, jaleas, mermeladas o azúcar refinada, o que estén elaborados con dátiles o miel, como opciones intermedias”, sugiere Carmen Escalada, nutricionista clínica del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Evita aquellos postres de chocolate en los que se ha conseguido el sabor dulce por medio de edulcorante acalóricos, puesto que estos ingredientes alterarán tu umbral del sabor (sensibilidad gustativa) y tu microbiota (flora bacteriana) intestinal.
 
El maridaje perfecto
 
Chocolate y vino: El chocolate negro de más de un 70% de cacao necesita un vino tostado y con cuerpo. Shiraz, Malbec o Merlot, le van bien; si el chocolate está entre un 50% y un 70% de cacao, tienes que apostar por vinos más suaves como Cabernet Sauvignon o Pinot Noir.

Chocolate y café: Este combo es un clásico, las características que comparten de acidez y aromas, funcionan perfecto en pasteles, bombones y bebidas calientes y frías. Al consumirlos juntos y con moderán tendrás producción de antioxidantes en el cuerpo.

Chocolate y té: Quizás de inicio no consideres que hagan sinergia, sin embargo, el té combina con el chocolate a la perfección; el chocolate negro va bien con el té earl grey o el chocolate blanco con el té verde matcha que son una dupla perfecta.