Reciben padres adoptivos un regalo de amor

Este martes 19 de marzo se conmemora el Día de San José, esposo de María y encomendado por Dios Padre para ser el padre adoptivo de Jesucristo, concebido por gracia del Espíritu Santo. De la misma forma en que él y la Virgen acogieron al hijo de Dios, muchas parejas han conocido la felicidad de convertirse en papás al abrir su hogar y llenar de amor y cuidados a bebés que no son sus hijos biológicos, pero sí de corazón.

Este fue el caso de Karla y Raúl, un matrimonio que por un lapso de casi seis años, vio lejano el sueño de convertirse en papás y que compartió la historia de cómo recibieron a su hijo.

“Intentamos concebir por la vía biológica por dos años y estuvimos en tratamientos de fertilidad durante cuatro años más, hicimos muchas cosas que nos indicaron doctores y especialistas, pero esto mermó la salud física y emocional de ambos” reconoció Karla sobre el proceso que también afectó la situación económica de ella y la de Raúl.

Sin embargo, fue su asistencia a una fiesta infantil la que les abrió la puerta a una opción para cumplir su deseo, ya que conocieron a una persona en su misma situación y quien los orientó sobre su experiencia sobre el proceso de adoptar a un bebé. ‘‘No teníamos esa opción en el radar, pero al momento de ver la felicidad en el rostro de los papás con sus niños, nos abrió la oportunidad de explorar ese camino”, añadió Raúl.

De esta manera fue como Karla y Raúl decidieron acudir juntos a Casa Cuna Conchita, una asociación que presta asistencia a mujeres embarazadas que no cuentan con apoyo económico, emocional o familiar para el nacimiento de sus hijos, además de otorgar una opción para todas aquellas que desean dar una oportunidad de vida a sus bebés con una nueva familia.

Tras conocer los requisitos y comenzar su camino rumbo a una lista de espera con otras parejas para ser integrados al proceso de adopción, pasaron cerca de cuatro años antes de que ambos recibieran la anhelada llamada para darles a conocer que ya podían llevar a su hijo a casa y así, presentarlo a sus seres queridos como el nuevo integrante de su familia.

La experiencia de convertirse en padres fue también de aprendizaje, al reconocer que muchas otras parejas atraviesan actualmente la misma situación que ellos enfrentaron hace algunos años.

“Cuando ya tienes a tu bebé en los brazos, en verdad sientes que es una bendición de Dios, porque nos puso en el camino de la persona que lo trajo al mundo’’, expresó Raúl.

De igual forma, la pareja resaltó el esfuerzo de Casa Cuna Conchita para ayudar a las mujeres que no se sienten preparadas para ser madres, pero que tienen la intención de que sus bebés crezcan en un entorno positivo y lleno de cariño.

‘‘Ellas viven una situación muy complicada y es importante que cuenten con esta opción, porque una persona dio vida a nuestro hijo y nos dio el regalo más maravilloso del mundo, nos hizo felices a nosotros, nuestros familiares y muchas otras personas a través de un acto de verdadero amor’’, coincidieron Karla y Raúl.