Algodón de azúcar: una nube de historia y dulzura
Cada 7 de diciembre se celebra el Día Mundial del Algodón de Azúcar, un dulce que evolucionó de las mesas reales a ferias y circos
- Por: El Horizonte
- 03 Diciembre 2025, 04:30
Es atractivo a la vista, y también al paladar; el algodón de azúcar es, sin duda alguna, uno de esos gustos culposos que no dudamos probar en la infancia.
A nivel internacional, cada 7 de diciembre se celebraba el Día Mundial del Algodón de Azúcar, una fecha dedicada a honrar a una de las golosinas más emblemáticas de ferias, circos, carnavales y festejos.
Pero más allá de su sabor, este día nos invita a mirar con cariño su origen, su evolución, sus curiosidades y, por qué no, entender por qué un invento tan simple terminó por conquistar paladares en todo el mundo.

De las mesas reales a las ferias populares
El concepto de azúcar hilada, el antecedente del algodón de azúcar moderno, nace en la Europa del siglo XV.
Reposteros italianos calentaban azúcar hasta convertirla en caramelo líquido, para luego crear finísimos hilos que usaban para decorar pasteles. Era un trabajo artesanal, laborioso y caro, reservado para celebraciones de lujo.
Con los siglos, esta “seda de azúcar” continuó como una curiosidad reposteril; en el siglo XVIII y XIX, los chefs europeos, especialmente en Francia, elaboraban esculturas y decoraciones de azúcar hilada para banquetes y pasteles.
Fue hasta 1897 cuando dos estadounidenses, el dentista William J. Morrison y el pastelero John C. Wharton, desarrollaron una máquina capaz de calentar azúcar y, mediante fuerza centrífuga, transformarla en finos hilos de caramelo.
Este método mecanizado permitió que el dulce, hasta entonces exclusivo de ricos y reposteros expertos, estuviera al alcance de todos. (Con información de Agencias)

Algunas curiosidades
La primera aparición pública de la máquina de algodón de azúcar fue en 1904, durante la feria mundial Louisiana Purchase Exposition en St. Louis, EUA, donde los creadores vendieron su producto bajo el nombre de “fairy floss” (seda de hadas). El éxito fue inmediato; se vendieron más de 68,000 porciones a 25 centavos cada una.
A pesar de su aspecto esponjoso y ligero, el algodón de azúcar es prácticamente solo azúcar y aire; tras calentar el azúcar en la máquina, este se funde y, al enfriarse rápidamente, se reorganiza en hilos ultrafinos, en algunos casos, estrechos como 50 micrómetros de diámetro, formando la estructura “algodonosa”.
En distintos países tiene nombres diferentes: “candy floss” en Reino Unido, “fairy floss” en Australia, “barbe à papa” en Francia, “suikerspin” (“araña de azúcar”) en Países Bajos, todos refiriéndose al mismo manjar.
El color más tradicional es el rosa pastel, pero con colorantes alimenticios, existe en múltiples tonos y sabores, desde colores clásicos hasta versiones modernas con sabores de frutas o caramelo.
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