Revela Mauricio Fernández cuadro inédito de Diego Rivera

El alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández Garza, reveló la existencia de un cuadro hasta ahora desconocido del reconocido muralista mexicano Diego Rivera.

El cuadro, cuya existencia se desconocía hasta hoy, que nunca ha formado parte de alguna exhibición museística y que hasta ahora nunca se había dado a conocer en algún medio periodístico, pertenece a la colección de arte del munícipe sampetrino, denominada La Milarca, pieza que El Horizonte tiene el honor de dar a conocer en primicia a nivel mundial.

Se trata de una pieza que forma parte de la colección “Los Alcatraces”, de la cual forman parte cuadros reconocidos y ampliamente difundidos como “Desnudo con Alcatraces” (1944) y “Vendedora de Flores” (1935), que han desfilado por diversos centros culturales como el Museo Reina Sofía, de Madrid.

Esta serie de pinturas de indígenas cargando o arreglando flores es uno de los trabajos más reconocidos del muralista en caballete. Sin embargo, nunca se había conocido acerca de otro cuadro en el que una mujer indígena es ayudada por un varón a cargar las plantas.

La existencia de éste se mantuvo reservada por más de 80 años.

Fernández Garza dijo que la pieza fue adquirida en los años cuarenta por su abuelo, Roberto Garza Sada, y conservada en la colección de esta familia.

“Este cuadro de Diego Rivera, un alcatraz, es el más grande que pintó Diego y nunca se ha exhibido, yo tomé la decisión de que lo que está en La Milarca sea mexicano”, manifestó.

80 años de sigilo

Una de las razones para el sigilo en torno a esta pieza fue por motivos de seguridad, ante la posibilidad de convertirla en blanco de robo. Sin embargo, otra razón fue el que haberla dado a conocer públicamente habría obligado a Fernández Garza a venderla –en caso de que quisiera– solamente a coleccionistas mexicanos, lo cual devaluaría su precio en el mercado.

Sin embargo, Fernández Garza se desistió de vender esta pieza, cuyo costo, en un cálculo conservador, sería de $15 millones de dólares.

“Los otros (alcatraces), hay uno de 80 por 80, uno de un metro y pico, este es muchísimo más grande comparado con los demás, creo que son cuatro que pintó Diego, y de hecho vino Mariana Amor, que fue la de Arte Mexicano, y ella lo considera a este cuadro la obra maestra de caballete mexicano”.

El alcalde heredó esta pieza a sus hijos, y éstos a su vez la prestarían al municipio de San Pedro, junto con el resto de las piezas que pertenecen a La Milarca para conformar un museo que se encontrará en el recién reestrenado Parque Rufino Tamayo.

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