Nacional

Y el cielo lloró sobre la Ciudad de México…

Las actividades de rescate durante esta segunda noche tras el sismo de 7.1 grados están marcadas por situaciones climatológicas adversas como la lluvia, lo cual complica el actuar de rescatistas

  • Por: Reynaldo Ochoa
  • 21 Septiembre 2017, 00:38

Como si lamentara que el número de víctimas mortales del sismo alcanzara los 238, este martes, una fuerte e intermitente lluvia cayó sobre la Ciudad de México, complicando aún más las labores de los cuerpos de rescate que luchan desesperadamente por encontrar personas con vida entre los escombros.

La batalla ahora también es contra el tiempo, tanto por estado de salud en que puedan encontrarse las personas atrapadas, como por el reblandecimiento de los escombros provocados por la lluvia que se registró de forma intermitente desde las 18:00 horas y durante la noche.

Uno de los puntos más críticos es el Colegio Enrique Rebsamen, en la delegación Tlalpan, en donde a las 9:40 se logró el contacto con la pequeña Frida Sofia, la niña que mantenía comunicación con el exterior a través de mensajes instantáneos, desde un teléfono celular.

Los cuerpos de rescate lograron crear un túnel mediante el cual se comunicaron con la menor, quien dijo a los cuerpos de rescate, que junto a ella estaban otros cinco niños, sin embargo, las labores de rescate se complicaron, pues se encontraba a una distancia mayor de la que se pensaba.

A medianoche los ingenieros involucrados en el rescate solicitaron de forma urgente vigas de metal y soldadores, debido a que el techo estaba colapsando.

Hasta el cierre de esta edición la pequeña Frida Sofia y los otros 5 niños, aún no eran rescatados, y se informó sobre el hallazgo de dos cuerpos sin vida, una maestra y un niño.

En total son 21 los menores fallecidos y 4 adultos, en el lugar.

Escenas similares se vivieron en la fabrica Chimalpopoca, donde también se reportaban cuatro personas atrapadas.

Los cuerpos de rescate y ciudadanos, vivieron momentos de angustia, cuando cerca de las 23:40 horas, se activó la alarma sísmica, en lo que fue una réplica con epicentro en Oaxaca y que provoco que las personas salieran corriendo de sus cuerpos de rescate por temor a que las estructuras aun en pie colapsaran. Al menos 25 edificios están en este riesgo a consecuencia de los daños que sufrieron por el temblor del lunes, según datos de la autoridad capitalina.

La esperanza no recae...

Pese a las inclemencias del tiempo y a que con el paso del tiempo las posibilidades de encontrar personas con vida, se reduce, la solidaridad y esperanza, no flaqueo en la población capitalina, que no paró de apoyar en las labores de rescate.

Tan es así que, a mitad del día las autoridades hicieron un llamado para que ya solo personas expertas en labores de rescate se dieran cita en el lugar, pues los apoyos de “manos y pico” ya no eran necesarios, pues se había llegado al punto en que los escombros ya no pueden ser removidos salvo con maquinaria pesada.

Pese a ello la imagen se repetía en cada calle y colonia de la Ciudad de México, miles de personas corriendo llevando alimento, apoyando trasladando material y maquinaria, otros más en motocicletas con su pala, y muchos otros apoyando con la vialidad ante la falta de suficientes elementos de seguridad para cuidar las calles que aun permanecen sin energía eléctrica.

Los rostros cansados, y los pies temblorosos por las ya 35 horas de rescate, también se repetían en las zonas donde los escombros aún no terminaban de ser removidos, pero los brazos nunca dejaron de alzarse cada vez que se pidió silencio buscando signos de vida, se necesita mucha más para quebrar a los mexicanos. (Con información de Reynaldo Ochoa, enviado especial)



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