Contrario a lo que se esperaría en otros tiempos, para estas fechas ya deberíamos tener días más limpios en lo que se refiere a la calidad del aire en el área metropolitana de Monterrey. ¿A qué me refiero con debería? Aunque con la llegada de la primavera las condiciones meteorológicas favorecen la dispersión de contaminantes, ahora tenemos un nuevo problema que es el cambio climático.
Me explico: con llegada la estación primaveral las condiciones de temperatura, de los vientos, es de esperarse que se lleven y dispersen el material particulado, de manera que no se mantenga concentrado en el cielo metropolitano, así mismo la humedad presente en el ambiente pudiera ayudar con algo de lluvia; sin embargo, esa humedad se mantiene como bruma y da la impresión de ser más contaminación.
¿Qué sucede? La manera más simple de explicarlo es adjudicar las variables del comportamiento de las condiciones climatológicas a efectos del cambio climático, que no es un tema de moda sino consecuencias de los cambios que ocurren en el planeta por el calentamiento global, el deshielo de los polos y la temperatura en los océanos, así como la formación de fenómenos hidrometeorológicos, algunos de estos de mayor intensidad.
Por estos días se esperan tornados y lluvias en la parte sur de EUA, que ya se han manifestado con granizo, con tornados y lluvia. Con un poco de suerte alcanzamos algo de lluvia, la que nos ayudaría mucho para bajar la cantidad de partículas y polvos.
En otras ocasiones hemos platicado en este espacio que somos muchos los que contribuimos a lanzar emisiones a la atmósfera y vamos desde lo individual con el uso de vehículos, quemas de carbón, o en las empresas que trabajamos o con el consumo de energía eléctrica, o con el consumo de productos refinados del petróleo, o la refinería misma que es bien sabido que es una de las que aportan más emisiones altamente contaminantes; pero sus autoridades tienen otros datos, a ellos poco les interesa la salud de los que acá vivimos.
Muchas veces lo hemos dicho este es un tema donde lo primero que se requiere es voluntad y compromisos serios, no sólo buenos deseos. Para entrarle al tema de las soluciones ya está en vigor el PIGECA, donde muchos empresarios se han adherido y comprometido a realizar acciones concretas para disminuir sus emisiones, desde realizar cambios en sus procesos, cambios de energía, mantenimientos anticipados en equipos como hornos de altas temperaturas, entre otras cosas para conseguir este objetivo.
En el transporte público de pasajeros ya hay muchos camiones de esos verdes que son a gas y algunos eléctricos, con lo que se espera una disminución de las aportaciones de este giro.
Por otra parte, se está buscando convenir y convencer a los transportistas de carga federal que vienen de otras partes y su destino no es Monterrey para que eviten entrar al área metropolitana y ahorren tiempo y riesgos de posibles accidentes o infracciones de la zona urbana.
Se busca que estos amigos circulen por el periférico de cuota, al que seguro el gober Samuel García buscará que mediante estímulos en su costo, para que junto con el ahorro de tiempo y disminución de riesgos propios del tráfico urbano tengan mejor rentabilidad usando esta vía.
Otra de las acciones que convienen a la ciudad metropolitana es sobre las empresas que utilizan vehículos de carga o carga pesada para el surtimiento de productos en las cadenas de distribución de los autoservicios.
Hay una muy buena idea de que estas unidades circulen en la noche, lo que los hará más productivos, con menor índice de accidentes viales, con vías más despejadas y sin tener que sufrir las altas temperaturas en los embotellamientos viales.
El día que los empresarios de transporte valoren la conveniencia de moverse en la ciudad durante la noche y se den cuenta de que será más rentable su operación, muchos seguramente lo harán, luego circularán por las diversas carreteras de día, lo que hace más seguro sus trayectos. Todos los esfuerzos son bienvenidos.
También debemos tener en cuenta que las grandes obras públicas de movilidad también contribuyen a los polvos, pero sin duda esta molestia que hoy causan en su proceso nos dará la oportunidad a muchos de subirnos al Metro, usar menos vehículos, y ya sin tierra se verá el cambio.
Otro día vemos lo de las industrias pétreas, que me consta que hacen esfuerzos para disminuir sus polvos, sacarlas de la ecuación requiere de pensar que cualquier obra constructiva será mucho más cara o inalcanzable.
Si piensas que esto se resuelve por decretos o en 15 minutos, días, meses, años, permíteme decirte que es bueno estar más enterado e informado, pero lo que no se vale es darle uso político-electoral a lo que todos contaminamos y se lo queramos adjudicar al gobierno del estado. Por eso digo que “la contaminación política es más tóxica que la contaminación atmosférica”. ¿Tú con qué quieres a ayudar a bajar las emisiones?
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