Carta enviada a Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE a nivel nacional

Estimado maestro Alfonso:

Reciba usted un cordial y respetuoso saludo dada su representación nacional. Recientemente, y como es del dominio público, nos enteramos que usted ha sido denominado por el partido Morena para ocupar una curul en el Senado de la República por la vía plurinominal; acto que denota que AMLO, de seguro, le ha “premiado por su excelente labor” al frente del magisterio nacional. 

En exacto y fiel concordancia con esta humilde opinión que vertimos la semana próxima pasada en donde manifestamos que “el magisterio está de pie, no siendo así los dirigentes del sindicato más grande de América (dado que están prácticamente de rodillas) ante la figura presidencial; los acontecimientos señalados arriba con antelación, al parecer, nos asiste en la razón.

Recordamos muy bien que, al tomar posesión usted, en el digno cargo que ostenta y que, asimismo, entregará en este noviembre que se avecina, afirmó entre otras cosas (discurso que tenemos grabado) que “… iba por dos cosas fundamentales (además de las dos grandes filosofías del SNTE, objeto y razón de su existencia: LAS COMISIONES SINDICALES Y LA PUESTA EN MARCHA DEL ESCALAFÓN TRADICIONAL… Al tenor de éstas le expreso lo siguiente: Al menos aquí en Nuevo León ninguna de las dos premisas declaradas públicamente se han puesto en marcha. Al contrario, un puñado de dirigentes sindicales en la sección federal están sirviendo con verdadero estoicismo a sus representados de manera cabal desde la figura laboral LICENCIA SIN GOCE DE SUELDO. 

Incluso, y usted lo sabe muy bien, dos compañeros maestros que estuvieron en este régimen laboral sindical fallecieron con las consecuencias desastrosas para sus respectivas familias (este sencillo columnista estuvo encuadrado en esta figura de trabajo).

En lo referente al escalafón ni se diga. El gobierno de Nuevo León hace suyas las convocatorias soslayando el sueño guajiro de aplicar el escalafón anterior. Los exámenes son los únicos medios para el ascenso. 

No estamos diciendo que dichos cuestionarios están fuera de orden y de lugar, sino que para nada existe la observancia de lo prometido por usted ya que despertó mucho entusiasmo su discurso entre la docencia nuevoleonesa. El dicho y el hecho son disímiles.

Sin embargo, retornando al punto original de cuenta, estimado maestro Cepeda, haremos antes tantita mención de historia; usted asume la Secretaría General de nuestro GLORIOSO SINDICATO DE MAESTROS (y personal de apoyo) producto de la salida vertiginosa de su antecesor Juan Díaz de la Torre. 

Personaje que, por jugársela con el PRI (Peña Nieto), sucumbió al perder las elecciones presidenciales donde, precisamente, ganó Andrés Manuel López Obrador: actual primer mandatario. ¿Recuerda usted que “la indicación fue apoyar a José Antonio Meade”?

En el citado proceso de cambio también intervino la otrora líder nacional: Elba Esther Gordillo Morales. “La Maestra” se la rifó con AMLO: ella sí le atinó y reclamó su cuota de participación. 

En este estira y afloja Juan Díaz sale y usted entra al quite. De ahí a la fecha. Ante esto estimado secretario general ¿qué hará para impulsar su sucesión en el principio de la UNIDAD? o ¿promoverá la libre participación sindical? Esto último sería lo ideal.

Ahora bien, es también por todo México conocido que habrá que apoyar a “ya sabes quién” para que pueda ser presidenta de México Claudia Sheinbaum. El SNTE es una vez más “el operador político del presidente en turno”. ¿Una vez más? Así es, en efecto.

Al afirmar que el SNTE es la institución más grande de América Latina lo expresamos con orgullo y satisfacción maestro Alfonso; porque mientras a otros entes sindicales el mismo gobierno federal ha desaparecido, debilitado o atomizado; el SNTE, por contraparte, se ha mantenido vigente y con casi 2 millones de militantes: UNA FUERZA ENORME Y EXPONENCIAL que a cualquier esfera de gobierno pondría a temblar si se llegara a manifestar en las calles. 

No obstante, las dirigencias nacionales han “vivido arrodillados y sumisos” ante la presidencia de la república. ¿A cambio de qué? A cambio de una senaduría plurinominal, quizás. ¿En qué estoy equivocado?

En el mismo sentido o ruta; ¿acaso es malo que un dirigente nacional ocupe un puesto de elección popular? No, definitivamente no; solo que hay que revisar muy bien los estatutos: máximo organismo de gobierno sindical. Y, si estos lo permiten; Pues adelante. 

Sin embargo, se antoja la siguiente pregunta: ¿Y qué ganará el magisterio nacional con ello? La respuesta es tajante y seria: NADA, COMO SIEMPRE.

Maestro Cepeda, ojalá y al salir usted de su honrosa y noble responsabilidad, se practique una democracia más justa en cuanto a la integración de los futuros aspirantes a ocupar la (o las planillas) que habrán de constituirse para el juego de la sucesión; que el magisterio en su conjunto de un ejemplo de un verdadero civismo de participación sindical en el cual podamos heredar a nuestros hijos con orgullo una historia positiva. 

Que no pase lo acontecido en los comicios celebrados para renovar al comité ejecutivo (directiva seccional) de la Sección 50, aquí en Nuevo León: elección amañada, fraudulenta y a modo para encumbrar al que aún funge como secretario general; que por cierto, este proceso todavía está en los tribunales de orden federal. Educativamente hablando: FUERON UNA VERDADERA PENA AJENA.

PD. En lo personal siempre me ha gustado este eslogan de los dos que usted impuso; VOLVER AL ORIGEN CON VISIÓN DE FUTURO. 

Una preguntita, respetable maestro Alfonso: ¿Volver al origen de quién y para qué? Toda vez que desde la constitución de nuestro sindicato nacional de trabajadores de la educación en 1943, los comités ejecutivo nacionales originales se habían caracterizado en luchar por CUIDAR LA ESCUELA PÚBLICA Y DEFENDER LOS DERECHOS LABORALES Y CONSTITUCIONALES de todos sus agremiados; concluyo así: ¿En verdad aún siguen con fe haciendo lo mismo que los de origen, o se sigue en la simulación?

Espero que no se ofenda por esta manera de pensar y de escribir, ya ve usted que LA NUEVA ESCUELA MEXICANA nos obliga a desarrollar el pensamiento crítico de nuestros estudiantes, pero primero el de los maestros.

Le reitero un afectuoso, cordial y respetuoso saludo, no sin antes suscribirme como su más atento y seguro servidor.