Son dos los videos de cámaras de seguridad en una oficina pública de Monterrey. Se grabaron cuando Adrián de la Garza era alcalde de Monterrey, entre el 28 y 29 de septiembre de 2021, justo antes de terminar su periodo.
Aparecen burócratas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) del entonces ayuntamiento regiomontano. Concretamente del área de Control Urbano, comenzando por su director, Arturo Treviño Martínez.
La corrupción no la ejercen solitarios. La forman redes bien trabadas de complicidad. Opera organizadamente con permisos irregulares, autorizando la construcción de edificios que luego se desploman solos, recibiendo moches en sobres amarillos.
Por cierto, ¿a qué se debe que siempre sean sobres amarillos? ¿por qué no en sobres rosas o azules? ¿Si se soborna en sobres de otro color el sobornador desconfiaría del extorsionado? ¿Qué simbolismo soterrado representan los sobres amarillos en el subconsciente de un vil corrupto? Yo lo denomino “freudismo del transa”.
Un investigador de actos de corrupción, experto en seguridad, Miguel Meza, explica lo que presuntamente sucedía en la Sedue de la administración de Adrián de la Garza: extorsiones diarias.
Se ve en los videos a “un ciudadano extorsionado que entrega un sobre choncho” que refleja “preocupación y nerviosismo a la hora de enfrentarse a la corrupción de los funcionarios de Adrián de la Garza”.
Poco aporta al esclarecimiento de tan graves hechos que Alejandro Moreno, “Alito”, acuse en su cuenta de X (antes Twitter) a MC de “corruptos, cínicos y sinvergüenzas”.
Francamente, Alito es un personaje impresentable en la tragicomedia de la clásica política mexicana. Todo lo que diga puede (o es) usado en su contra. No hay pierde. No tiene remedio.
El segundo video es de naturaleza más delicada. Aparece Imelda Patricia Chapa, exburócrata de Desarrollo Urbano de Monterrey y San Pedro. Luego se asumiría como “gestora de permisos”.
A Chapa se le conoce un historial de otorgamiento de permisos irregulares; autorizó las licencias del Casino Royale (crimen que causó la muerte de 52 personas inocentes, entre ellas dos embarazada) y de un controvertido Walmart en San Pedro.
Imelda fue quien avaló también el proyecto Vía Zócalo (caso complejo y turbio que yo abordé a fondo en varios artículos de prensa), por el que se denunció en aquella época a colaboradores de Adrián de la Garza.
Advierte Miguel Meza que estos dos videos conforman apenas el primer capítulo de una serie que se presentará cada semana, donde se exhibirán diferentes maniobras de corrupción durante los seis años en que Adrián de la Garza estuvo al frente de la alcaldía de Monterrey.
El término corrupción viene del latín corrompere, que significa “romper algo entre dos, destruir conjuntamente su integridad”.
Para pelear se necesitan dos (Proverbios 26:4). Para extorsionar se necesitan más de dos. Para que Alito acuse a alguien más de corrupto, cínico y sinvergüenza también se necesitarán dos: él y un espejo.