Luego del tan cacareado primer debate presidencial donde en teoría éste debió ofrecer un panorama más amplio sobre el contexto político nacional, además de haber arrojado algunas objetivas aportaciones para el bueno y sano ejercicio de la meditación y la conciencia con lo ahí expuesto, independientemente de su resultado, dicho evento terminó siendo "eclipsado" no sólo por las condiciones extraordinarias del histórico fenómeno natural que se registra el día de hoy, sino por los “eclipsadores sucesos noticiosos de la semana” que no son otra cosa que una serie de situaciones adversas que vivimos en el ámbito local, nacional e incluso, estimado lector, a nivel internacional.
Y es que, en la última semana previa al "enchiquerado" debate presidencial y me refiero de esta manera no de forma despectiva sino porque éste "espectáculo" más que ejercicio democrático, lo considero como una especie de pelea dentro de las "marraneras" políticas que para los estrategas y cerebros de campaña son muy atractivas pues "el pastelazo" mediático del enfrentamiento a través del ataque y desprestigio, tienen un impacto mayor y más persuasivo que la propuesta seria y formal y, por tanto, este evento se ha visto opacado por un universo informativo, que como mazapán, fragmenta o pulveriza a la razón, que como base fundamental de la conciencia, es desde donde debe de partir el sano análisis de lo expuesto en el debatido debate, valga la "rebusnancia".
Pero cómo analizar objetivamente lo expuesto en tal evento si en lo que representa la vida real de nuestro país, hemos sido "rafagueados" a mansalva durante toda la semana por todas las formas y todos los medios posibles con acontecimientos e informaciones verdaderas y otras tantas seguramente inventadas, que agreden brutalmente la capacidad de raciocinio de la comunidad electoral que, dicho sea de paso, en mi particular percepción, es la de menor porcentaje electoral que la utiliza para decidir su voto, en contra de aquellos que siendo mayoría, son seres no pensantes en una cruda y violenta realidad y encauzan sus preferencias electorales por color, por obligación, por conveniencia o por quedar en el lado supuestamente “bueno” de la polarización que los políticos inteligentemente han pautado previamente en el libreto de nuestra vida democrática y política nacional.
Y es que, el “eclipsador fenómeno informativo” de la semana, nos tomó cruelmente por asalto desde el pasado lunes con el asesinato de la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya a manos de criminales que sin ocultarse, a la luz del día y en pleno recorrido de campaña, ejecutaron sus instrucciones a la vista de todos, dejando no sólo en entredicho la capacidad de las autoridades electorales y policiacas de ofrecer, blindar y garantizar seguridad a los candidatos y ciudadanos, sino que también deja entrever una gran duda en torno a los actores intelectuales en las que según oficialmente, las líneas de investigación más fuertes son, pugnas internas del moreno partido y las ya, lamentablemente más comunes, que señalan al crimen organizado. Y en ambas o en cualquier otra razón para haber cometido este crimen, estimado lector, y me habrá de perdonar la expresión: tristemente, todos estamos jodidos.
Y para sumarle a este “eclipsador tiroteo” de noticias no gratas, estimado lector, la candidata oficial anunció su plan anticorrupción y el chiste, que se cuenta solo, es que lo hizo sin morderse la lengua. Además los “pollitos”, retoños o hijos de los políticos, se sumaron a los titulares informativos con sendas exhibidas públicas, unos, los retoños oficiales, siguen día tras días dando de qué hablar de sus supuestas actuaciones corruptas con petroleras, trenes y aeropuertos, mientras que al chamaco de la señora “Equis” “lo chamaquearon” con un video donde se observa prepotente.
Luego también, así como las centenarias y distinguidas damas fitness, (pues ambas suman los 100 años de edad), dieron “su eclipsador espectáculo” tal y como si fueran dos colegialas disputándose al novio, a pesar que una de ellas ya debe te contar por la edad, con su pensión “del bienestar” y “un dedo” de ganancia, en la Embajada mexicana en Ecuador también se brindó un nuevo “show eclipsador” con el asalto de policías que irrumpieron las instalaciones diplomáticas para ejercer la detención de un expresidente asilado, hecho que provocó el repudio internacional, pero en el fondo, esto nos hace pensar en cómo y para qué está siendo utilizada la inmunidad de nuestras representaciones diplomáticas en el mundo.
En fin, estimado lector, más allá que un “debate presidencial eclipsado” por los “eclipsadores sucesos noticiosos de la semana”, creo que lo que mejor podemos hacer antes de que se nos “eclipse” la vida, es disfrutar el eclipse que viviremos este mediodía, porque este sí será un eclipse verdadero, un fenómeno auténtico que nos obsequia la naturaleza de la que somos parte y que nos obliga a recordar que como habitantes de este planeta, de nuestro estado y de nuestra comunidad, debemos de actuar de acuerdo a los sanos valores con los que hemos sido dotados y que habitan de manera particular, en nuestro corazón y en nuestra conciencia.
Por hoy es todo, medite lo que le platico, estimado lector, esperando que el de hoy sea un reflexivo día, por favor cuídese y ame a los suyos; me despido honrando la memoria de mi querido hermano Joel Sampayo Climaco, con sus hermosas palabras: “Tengan la bondad de ser felices”. Nos leemos, Dios mediante, aquí el próximo lunes.