Oootra de la enemil cosas que yo ignoraba hasta la difusión de la enfermedad que aqueja a Thalía.
Qué es la disgeusia y cómo tratar la alteración del sentido del gusto (acortar.link/PMVdnt).
“La disgeusia implica una anomalía en la percepción de los sabores, ya sea de alimentos o bebidas. En ocasiones, también conlleva la continúa sensación de tener mal sabor en la boca y puede venir acompañada de otras alteraciones, como el síndrome de la boca ardiente.
¿Qué es la disgeusia?
Con disgeusia se define una alteración en el sentido del gusto, haciendo que la persona perciba sabores con menor intensidad o no sea capaz de distinguirlos siquiera. Esta enfermedad afecta de forma muy negativa a quien la padece, ya que no permite degustar adecuadamente los alimentos y bebidas. Además, implica otras complicaciones y molestias, como la sensación de tener permanentemente sabores metálicos, salados o rancios en la boca.
Tipos de disgeusia
El término disgeusia engloba cualquier anomalía o problemas a la hora de percibir los sabores adecuadamente. Según cómo sea esta distorsión, hablamos de diferentes cinco clases de disgeusia:
· Parageusia: confundir los sabores, por ejemplo, no distinguir la diferencia entre sabores dulces o ácidos.
· Fantogeusia: persistente sensación de tener un sabor amargo.
· Ageusia: pérdida por completo del sentido del gusto.
· Hipogeusia: percibir el sabor de comidas y bebidas con menos intensidad de lo normal.
· Hipergeusia: lo contrario a la hipogeusia; es decir, sentir de forma muy intensa cualquier sabor.
Síntomas de la disgeusia
Podemos sospechar que padecemos disgeusia atendiendo a los siguientes síntomas:
· Mal sabor de boca constante y no solo en ocasiones puntuales (como cuando acabamos de despertarnos o tras comer algún alimento con un fuerte sabor)
· Sensación de ardor o dolor en la cavidad oral, especialmente en la lengua (síndrome de la boca ardiente)
· Alteración de cualquier tipo en la percepción de los sabores
¿Qué causa la disgeusia?
1. Los motivos que originan la disgeusia son muy variados, pero en muchas ocasiones su origen se asocia a trastornos neurológicos, y no directamente en un mal funcionamiento de las papilas gustativas. La alteración del sentido del gusto puede venir motivada por:
2. Factores tumorales o problemas del sistema nervioso central.
3. Psicosis.
4. Enfermedades como el síndrome de Sjögren, una patología que impide la segregación de saliva.
5. Aparte de esta lista, encontramos otros factores que causan la disgeusia:
6. Ingesta de ciertos medicamentos.
7. Intervenciones o cirugías en la zona de los oídos o de la garganta.
8. Malnutrición.
9. Abuso del tabaco: la nicotina y las toxinas depositadas en la boca tienen un efecto muy negativo para la salud oral en general, afectando también al gusto.
10. Diabetes no controlada: esta enfermedad tiene una relación bidireccional con la boca y si no se trata adecuadamente puede generar problemas de sequedad bucal o de enfermedades periodontales.
11. Cáncer oral.
¿Cuál es el tratamiento para la disgeusia?
Resulta esencial tener un diagnóstico fiable y saber cuál es su origen.
Por ello, el tratamiento de la disgeusia pasa por la valoración de un otorrinolaringólogo, médico experto en patologías de la garganta, nariz y oído. Existen pruebas específicas con las que se mide la percepción de los sabores por parte del paciente. Así, el profesional puede conocer hasta qué punto estamos ante un caso de disgeusia.
En personas con problemas neurológicos, es posible que se recupere el sentido del gusto de forma paulatina o espontánea.
Otras alteraciones de las papilas gustativas
Las papilas gustativas son las encargadas de darnos la información necesaria para procesar los sabores. Cuando no funcionan adecuadamente, es posible que tengamos problemas de disgeusia, pero lo cierto es que también pueden tener otros problemas, siendo la más común la papilitis lingual. Se trata de una reacción pasajera que genera pequeños bultitos en la superficie de la lengua.
Las papilas gustativas también pueden sufrir alteraciones debido a grandes cambios hormonales, como un embarazo, o a un sistema inmunitario débil.
La disgeusia no sólo afecta al disfrute de los alimentos en nuestro día a día, sino que puede ser un síntoma de que tenemos otra enfermedad que no hemos detectado. Por ello, conviene que prestes atención tanto a cambios físicos en tu lengua como a la percepción de los sabores”.