Horas antes de ocurriera la tragedia de San Pedro, entrevisté a Aldo Fasci. Fue una charla cruda, difícil. Hizo revelaciones muy fuertes.
Esta entrevista no es apta para almas débiles. Habla de graves retornos a escenarios que creíamos susperados y personajes que creíamos olvidados. De pasados que uno creía extintos. De ayeres que pueden ser amenazadoramente nuestro futuro. Mortíferos como plaga bíblica.
Comienza Aldo con una pregunta simple: ¿quieres retornar al pasado?
En Nuevo León el pasado tiene nombre y apellido.
Cuestiónate cuanta verdad eres capaz de soportar. Si crees que la suficiente, escucha mañana esta entrevista con Fasci. Mañana te diré cómo y en dónde.
Después de entrevistar a Aldo Fasci volví a una canción, la más reciente de Bob Dylan: “Murder most foul” (el asesinato más despreciable).
Aférrate a esa canción como a un respirador. Y tose. Y aspira lo que puedas: el oxígeno es un bien escaso.
Son 17 minutos inyectados en la vena. Ese hombre amargado, despreciable y genial que se llama Bob Dylan, le canta a los gringos pero también a los nuevoleoneses. A los texanos (ya te explicaré por qué) y a los regiomontanos.
Dylan es el profeta que regresa para lastimarnos. Y no es nada consolador.
Ningún superhéroe vendrá a rescatarte porque los superhéroes no existen. O son villanos con máscaras de redentores.
Mañana sabrás sobre la entrevista de Aldo Fasci y mientras escucha a Dylan cantar: este día es bueno para vivir y para morir. “Para llevarnos como chivos expiatorios. Abatidos a plena luz del día”.
“Esperen muchachos. ¿No saben quién soy? Por supuesto que sabemos quién eres. Tienes deudas pendientes. Hemos venido a cobrar”.
No permitamos que en Nuevo León se cumpla la canción de Dylan este próximo 2 de junio.
Que no nos cobren deudas ajenas; que no nos carguen culpas de otros, no nuestras.
¿Cuál es la verdad y a dónde se fue? El mundo se ha vuelto un pueblo peligroso, el más peligroso del condado. O cómo aquella otra novela célebre: “No es país para débiles”.
¿Queremos ser como esos personajes de la lírica de Dylan, erráticos y resecos, que acaban en un fantasmal rancho polvoriento?
No cierres tus oídos y tus ojos a lo que mañana nos dirá Aldo.
Dylan habla en su canción de la muerte de Kennedy, pero en realidad habla de la muerte de la sociedad moderna que regresa a sus viejos traumas y a negociar con los espectros del pasado. No lo hagas. Siempre saldrás perdiendo.
En realidad Dylan habla de retornos al mal. Cúbrete, si puedes. Y te aclaro que no estás solo.