La Rosa canina, comúnmente llamada rosa silvestre, es un arbusto espinoso de la familia de las rosáceas que puede alcanzar hasta tres metros de altura.
Originaria de Europa, el norte de África y Asia occidental, fue cultivada desde la antigüedad tanto por su belleza ornamental como por sus propiedades medicinales. Su nombre se debe a la creencia medieval de que la raíz podía curar las mordeduras de perros rabiosos.
Florece a principios del verano con flores de cinco pétalos que van del blanco al rosa pálido. Al final del verano o principios del otoño, las flores dan paso a los escaramujos —frutos de color rojo o naranja—, que concentran gran parte de las propiedades terapéuticas de la planta.
Conocidos en inglés como rose hips, los escaramujos destacan por su extraordinario contenido de vitamina C: Pueden contener entre 5 y hasta 15 veces más que el limón o la naranja.
Esta riqueza convierte a la rosa silvestre en un recurso natural con propiedades antiescorbúticas, antioxidantes y antiinflamatorias. Se emplea como coadyuvante en procesos alérgicos del aparato respiratorio (como la rinitis), y como preventivo contra gripes y resfriados.
Además, ayuda a reducir el dolor en padecimientos articulares como la osteoartritis, la lumbalgia y la artritis reumatoide. Estudios recientes han demostrado también su efecto gastroprotector, ya que ejerce una acción antiulcerosa.
Consumir escaramujo aporta al organismo vitaminas A, D y E, flavonoides antioxidantes, vitaminas del grupo B y taninos, que además de ser astringentes, favorecen la digestión y la diuresis.
La infusión, de sabor agridulce, es ideal como reconstituyente en convalecencias y puede combinarse con agua de jamaica para potenciar su acción diurética y antioxidante, o con echinacea, eucalipto y menta para fortalecer el sistema inmune y aliviar afecciones respiratorias.
Un beneficio adicional es que puede administrarse a bebés como suplemento natural de vitamina C cuando no es recomendable ofrecerles cítricos, previniendo alergias y reforzando sus defensas. También es segura para mujeres embarazadas y en lactancia, quienes transmiten estos nutrientes a sus hijos a través de la leche materna.
Ahora es el momento de comenzar a consumir la Rosa canina o en su defecto, algún suplemento de vitamina C. El cambio de estación trae consigo variaciones bruscas de temperatura que favorecen la proliferación de virus respiratorios.
Aquí la vitamina C cumple un rol esencial: Refuerza el sistema inmunológico, reduce la duración e intensidad de resfriados y gripes, protege contra el estrés oxidativo celular, el cual se incrementa significativamente cuando el cuerpo está combatiendo una infección viral o bacteriana.
Otros beneficios de tomar vitamina C o escaramujo es que favorece la absorción del hierro y apoya la producción de colágeno. Preparar una infusión de escaramujo es, sin duda, una manera deliciosa y natural de cuidar la salud en esta temporada.
