Respaldado por la ciencia, es un extracto vegetal que protege hasta por 8 horas contra mosquitos transmisores de enfermedades.
En el mundo de los repelentes naturales, hay un ingrediente que ha logrado destacar no sólo por su origen botánico, sino por su eficacia clínicamente comprobada: El Citriodiol.
Esta sustancia se obtiene del árbol conocido como eucalipto limón, cuyo nombre científico es Corymbia citriodora (antes Eucalyptus citriodora), una especie originaria de Australia que también crece en regiones tropicales y subtropicales del mundo, como América del Sur, África y Asia.
El árbol se caracteriza por su distintivo aroma cítrico y sus propiedades medicinales tradicionales. El Citriodiol se extrae a partir del aceite esencial de sus hojas, mediante un proceso que activa su principal compuesto activo: El p-mentano-3,8-diol (PMD). Fue precisamente este compuesto el que despertó el interés científico por su potente acción repelente contra insectos.
A diferencia de otros aceites esenciales como lavanda, citronela o menta —que sí repelen mosquitos, pero por un tiempo limitado de una o dos horas—, el Citriodiol ha demostrado tener una duración de protección de hasta 8 horas. Esto lo hace comparable en eficacia a los repelentes sintéticos con DEET, pero sin los potenciales efectos adversos sobre la piel o la salud humana.
Gracias a múltiples estudios de laboratorio y de campo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), ha incluido al Citriodiol en su lista de repelentes recomendados para uso en zonas de riesgo.
Se trata del único repelente botánico aprobado oficialmente para este fin, lo que subraya su relevancia tanto en contextos urbanos como en regiones con alta prevalencia de enfermedades como el dengue, la malaria o el Zika.
La Dra. Maia Moore, investigadora especializada en salud global y enfermedades transmitidas por vectores, ha conducido estudios en diversas partes del mundo. Sobre su experiencia, declara:
“Puedo atestiguar el hecho de que los repelentes elaborados con Citriodiol son muy eficaces en la prevención de enfermedades.
“He vivido en Tanzania durante los últimos 6 años, en una zona altamente palúdica, donde utilizamos repelentes en base de Citriodiol y nunca he tenido una reacción negativa en la piel ni una enfermedad transmitida por vectores”.
Si bien existe una amplia oferta de repelentes naturales en el mercado, pocos logran combinar lo mejor de dos mundos:
Efectividad comprobada y seguridad para el organismo. El Citriodiol lo consigue, consolidándose como una alternativa vegetal, potente y confiable en la lucha contra los mosquitos.
