Tal y como lo dibujamos recientemente, el debate asistido por los tres candidatos a la Presidencia de la República dejó muy en claro una serie de evidencias que son insoslayables.
Pero eso no es todo, el que quedó muy corto en este “primer ensayo de pelea” fue nada más y nada menos que el INE. Este impuso un formato en donde no permitió que hubiera libertad plena de exhibición de ideas, además de las posturas personales ante críticas de los adversarios políticos.
Claudia Sheinbaum salió mucho muy cuidadosa en su lenguaje y, al principio, evadió ataques ya muy “cantados” de Xóchitl Gálvez. Incluso, los de Jorge Álvarez Máynez (sólo unos leves, por cierto) fueron sumados al ataque contra Gálvez.
La primera gran exhibición fue la de la comparsa de Máynez con Claudia. Estaba más que claro que Dante Delgado hizo juramento de facto con López Obrador. Dos contra Xóchitl. Sí, en efecto, Claudia demostró que es una mujer muy preparada con conocimiento del método científico. Es decir, sabe iniciar, desarrollar y concluir. Nunca se salió del cuadro que sus asesores le impusieron: Si hay ataques, AGUANTA (hasta donde se pueda).
En este sentido de asesoramiento sobresalió Epigmenio Ibarra. Este personaje, muy preparado en los conceptos básicos de la 4T (¿?), quedó muy indignado con este evento de talla nacional e internacional.
Jorge Álvarez Máynez fue a participar. Y cumplió con su función. Aunque no lo hizo nada mal; pero, SÓLO CUMPLIÓ. Con sus acusaciones medio tambaleó a la candidata Gálvez.
Ésta se recuperó rápido y pudo dar respuestas adecuadas. Sin embargo, se le vio algo nerviosa al principio; y para ser más precisos, sucedió en la primera parte del debate. Hay que pulirla más.
Los puntos de ataque a la candidata Sheinbaum estaban muy de modo como para “hacerla pedazos” sobre todo en el tema de la salud; dado a que el IMSS Bienestar aún no arranca.
Sí, manejó datos duros sobre las muertes en la pandemia: México quedó enmarcado como el peor país en su manejo. Además, con lo de la Megafarmacia vacía (o casi vacía) era para darle “la puntilla en la parte posterior del cuello”: LA PERDONÓ (en este primer round de tres). Claudia demostró habilidad e inteligencia; aunque “se echó algunas mentirillas”.
En materia educativa, la gran evidencia fue que ni Claudia y ni Jorge TRAEN NADA. En esta sección (tan importante como el de la Salud) Xóchitl se llevó la faena, Esta candidata fue la única en manejar que es de urgencia nacional llevar a cabo la puesta en práctica de manera seria y responsable LA CAPACITACIÓN MAGISTERIAL: Tema álgido de este gobierno y de todos los anteriores.
Incluso, propuso que la mejora salarial y prestacional de los maestros era una necesidad impostergable. Asimismo, la renovación de los planteles educativos son las vías adecuadas para el progreso de México. En esta ruta era obvio que Claudia jamás iba a “brincar las trancas”. Sería la ruptura con su prócer: AMLO. Para rematar, Claudia enalteció los logros de “La Nueva Escuela Mexicana”; que, a decir verdad, no tiene nada de nueva.
CLAUDIA ES LA CUNA; AMLO ES QUIÉN LA MECE.
En lo que respecta a Xóchitl Gálvez, y para ser francos, le faltó preparación en el guion. Sí domina los temas en lo que ha dejado de hacer el actual gobierno de López Obrador; tanto en lo general como en lo particular. Sin embargo, no supo hilar y encauzar sus tres bombas (de varias) que traía “en su morral”. Una de dos: O dejó escapar a la liebre o la dejó ir a propósito para que, en el segundo round (con el tema de la seguridad, o inseguridad) echar casi toda la carne al asador.
La polémica está en todas las bocas de los mexicanos que vivimos en México y en el extranjero. Se está formando la cultura del análisis y reflexión sobre la política oficial, con todo ello los votantes intentarán seleccionar al que les parezca mejor de los tres. No hay más de dónde escoger. La gran aventura apenas comienza. Los asesores de Gálvez Ruiz tienen mucha chamba que hacer para afinar a la candidata.
Es una mujer entrona, luchona y con ganas de servir a México, además de tratar de erradicar el cáncer que le aqueja: la corrupción. Sólo que habrá que darle herramientas para que salga avante en un debate de esta estatura. Digo, si quieren que llegue a la Presidencia de la nación. No hay que olvidar que “el diablo no duerme”; ni AMLO tampoco. El 28 de abril, fecha del segundo round, lo veremos.