Mientras México hoy enfrenta un escenario de bajo crecimiento, Nuevo León está rompiendo esa inercia, y lo estamos logrando por una razón muy clara: aquí sí estamos invirtiendo. Quiero hablarles de esto porque a veces parece un tema lejano, pero en realidad define la vida diaria de todos.
Sin inversión pública no hay carreteras, no hay Metro, no hay hospitales, no hay seguridad. Y sin esa infraestructura, las empresas pierden competitividad, la economía se frena y las oportunidades para la gente se hacen más pequeñas. Por eso, un presupuesto justo no es un trámite político; es lo que permite que un estado avance.
Lo que pasa cuando un gobierno deja de invertir lo estamos viendo a nivel nacional. La economía del país se redujo -0.2% frente al año anterior, mientras que Nuevo León crece 3.4% anual en promedio. Esa diferencia no es suerte, es gracias a la inversión pública.
Por eso no podemos frenar lo que ya empezamos. Durante más de 40 años no se construyó nada importante en Nuevo León y hoy estamos haciendo las obras que se quedaron pendientes por décadas: nuevas líneas del Metro, nuevas carreteras, hospitales, transporte moderno y obras para garantizar agua para los próximos años.
Nuevo León es primer lugar nacional en inversión pública, con más de $180,000 millones de pesos proyectados al final del sexenio. Pero esto no se trata solo de construir por construir; se trata de levantar el crecimiento de los próximos diez años. Y los resultados ya están ahí: somos primer lugar en empleo, en inversión extranjera y en ingreso familiar. Uno de cada diez empleos del país se genera aquí y más de 94,000 personas han salido de la pobreza extrema durante esta administración.
En seguridad también hay avances muy claros. Los homicidios bajaron 81% y los delitos de alto impacto 84 por ciento. Fuerza Civil es reconocida por el Inegi como la mejor corporación del país.
Hoy, el presupuesto se usa para construir, no para inflar nóminas como antes ni para endeudar sin resultados. La prueba es que este gobierno ha hecho más con menos: la inversión en obra pública creció 83% frente a sexenios anteriores y 135% más que el pasado.
Por eso necesitamos un presupuesto justo para 2026. Si queremos agua, movilidad, seguridad y crecimiento, tenemos que seguir invirtiendo. Nuevo León está creciendo como nunca, y no podemos bajar el paso. De nuestra parte, vamos a seguir trabajando para que a Nuevo León le siga yendo bien.
