Nada hay más fantasioso que un superhéroe. Nada hay más empático que una muestra de afecto. Sobre todo si se traduce en políticas públicas.
Cuando se pretende fundar una narrativa solamente en la seguridad pública, el enfoque se distorsiona.
Ayer, Mariana Rodríguez presentó algunos ejes de campaña y no fue casual que al mismo tiempo que presentó sus propuestas de seguridad pública, habló de protección a las mujeres y a grupos vulnerables, como construir un nuevo centro de autismo y estancias de día para adultos mayores.
A mí me enamora la idea de atender oportunamente a todos los niños, niñas y adolescentes con esta condición, además de dignificar la calidad de vida de todos los adultos mayores.
Cuidar a la gente más vulnerable, y no criminalizar a la sociedad entera, como si viviéramos en un entorno carcelario, bajo medidas punitivas, es una plataforma esperanzadora para una candidata a alcaldesa.
Yo recuerdo un debate televisivo que a casi todo el mundo le pasó desapercibido.
Sucedió el pasado octubre, en Londres. Debatían el gran actor Matthew Perry y el intelectual Peter Hitchens.
Mathew Perry, actor conocido por su papel en Friends, con un historial público de adicción de drogas buscaba públicamente ayuda y compasión. Una víctima más de un entorno hostil.
Peter Hitchens, periodista ácido, policiaco, conocido por su defensa de la guerra contra las drogas, alegaba que cada quien decide qué hacer con su vida.
Perry decía que la adicción, el alcoholismo, por ejemplo, es una enfermedad. Y se basaba en su propia experiencia personal. Argumentaba que el enfoque punitivo no funciona y que se necesitan políticas públicas basadas en salud y compasión por los demás.
Hitchens sostenía que la adicción es una elección personal y que todas las personas sin excepción tienen la capacidad de controlar sus vidas sin que el gobierno tenga que intervenir en nada.
¿Es la adicción una enfermedad o una elección? Perry alegaba que el enfoque punitivo ha fracasado y ha empeorado el problema. Mientras que Hitchens alegaba que un sistema de justicia penal severo es necesario para disuadir el consumo de drogas y el exceso de alcohol. Perry pedía un sistema de salud que priorice el tratamiento y la rehabilitación, en tanto que Hitchens apoyaba un sistema que se centrara en el castigo.
Este debate no sólo resaltó las dos perspectivas sobre las adiciones: la visión de la enfermedad y la visión de la elección personal. Este debate iba más allá. Ayudar o soltar a la persona vulnerable
.
¿Un gobernante debe ser compasivo o castigador? Creo en lo primero. Mariana es compasiva.
El debate televisivo entre Peter Hitchens y Matthew Perry lo ganó según todos los críticos británicos en aquel entonces, el primero.
Un mes después, cansado de pedir ayuda y compasión, Matthew Perry, el gran actor, se suicidó ahogándose en la bañera de su casa.
Muchas veces, no podemos decidir lo mejor para nosotros. El gobierno tiene que ayudarnos, siendo compasivo.
Yo quiero que en México y en Monterrey nos gobierne una mujer. Y que la compasión sea política pública.