Lo que uno se encuentra leyendo etiquetas.
Ya hace tiempo les había contado que a veces, el ritmo de vida lo obliga a uno a andar comiendo comida rápida, o de tienda de conveniencia.
Sé que hay quienes le están echando ganitas a este tema, ofreciendo preparaciones que, al menos en apariencia, parecen estar menos basadas en alimentos ultra procesados y a los que lamentablemente recurro poco porque comer taquitos de guiso en el carro no siempre es tarea fácil.
Así que suelo recurrir mucho a cosas más fáciles de comer manejando, como pueden ser los emparedados. Como la tienda a la que suelo recurrir, ha ido cambiando su oferta, me he visto en la necesidad de leerle las etiquetas.
Quizás no debería haberme sorprendido de encontrar alguno que otro ingrediente súper procesado, pero lo que sí me espantó fue la cantidad de veces que la palabra “imitación” aparecía entre éstos.
Lo que más me preocupa es la versatilidad que la palabra puede implicar. ¿Es acaso imitación porque el producto original tiene una cierta forma de prepararse de la cual en este caso de desvió?
Este podría ser el caso de los quesos, que ya hemos visto incluso etiquetados en el supermercado como “tipo” equis o ye queso. ¿O de plano será imitación porque hicieron algo completamente diferente, pero con la intención de que se pareciera tantito al producto original?
Creo que en alguna etiqueta leí que venía un embutido imitación. No recuerdo exactamente qué era lo que querían imitar. Mi pensamiento inicial fue preguntarme qué tantas formas de preparar ese embutido en cuestión podría haber.
Pero ahora que me siento a escribir estas líneas, caigo en la cuenta de que las imitaciones son mucho más comunes en el mercado. Un ejemplo, el tocino. No todos los tocinos en el mercado, claro está.
El tocino “de verdad” proviene del ahora popular pork belly, que se cura y se ahuma. Si su tocino es de puerco, puede usted tener casi la certeza de no estar recibiendo gato por liebre, pero ¿el de pavo?
Les reto a que me encuentren en un pavo una pieza de la cual proceda el tocino. Ya entrados en el tema de los tocinos, ¿se han preguntado si los ‘bacon bits’ tienen algo de tocino? Igual y sería mejor no saber.
Como en muchas cosas, no todas las imitaciones las vamos a percibir de la misma manera, de hecho, las imitaciones a base de pavo gozan de una reputación bastante positiva, ya que aunque eso que nos dicen que es jamón de pavo, no es precisamente un jamón, por ser del pavo tiene fama de saludable.
De la misma manera, existen marcas que han sido construidas alrededor de la idea de imitar productos que por estilos de alimentación se dejan de consumir. Así, nos encontramos quesos sin leche, y productos cárnicos sin carne, pero que se valen por reducir el consumo de animales. Me sigo preguntando ¿en realidad necesitamos imitaciones?